Este es una ataque a todo el sistema público de educación. Luego de diez años de macrismo en CABA, ya más del 50% de los estudiantes van a escuelas privadas. En la “Secundaria del Futuro” se legitima la preparación de mano de obra barata para un mercado laboral flexibilizado, garantizando y aumentando los márgenes de ganancia de los capitalistas y abriendo jugosas ganancias a las empresas multinacionales a través de las “plataformas virtuales”. Y con escuelas para ricos y escuelas para pobres.
El kirchnerismo protesta no por estar en contra de la reforma, sino por no haber sido consultado en su implementación, ya que toda esta batería de medidas contra los trabajadores y la educación pública es en base a las leyes dictadas por el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner y su ministro Filmus, como la Ley Nacional de Educación sancionada en 2006, por ejemplo. También se ha manifestado Sergio Massa a favor del ajuste educativo en sus propuestas, abonando también a la idea de implementar un sistema en el que durante los dos últimos años haya pasantías o prácticas laborales.
La burocracia sindical kirchnerista de Ctera desactivó los procesos de lucha de principios de año y en cuanto a la reforma sólo pide una “prórroga” en la implementación para lograr “maquillar” un poco estas medidas y hacerlas pasar como un logro.
Solo hay un programa educativo a favor de la educación pública y los trabajadores, que enfrenta de raíz estas propuestas patronales y es el que presenta el Frente de Izquierda. Nuestro diputado Juan Carlos Giordano ha presentado un proyecto de ley de emergencia educativa junto al bloque del Frente de Izquierda a principios de este año que resume las aspiraciones de la docencia combativa. En él se plantea la necesidad de renacionalizar el sistema educativo, en donde el Estado nacional garantice las partidas necesarias para infraestructura y construcción de escuelas, un salario docente igual a la canasta familiar, con un aumento que lleve al 25% el presupuesto nacional para educación o el 10% del PBI sobre la base del no pago de la deuda externa.
Por eso necesitamos más diputados del Frente de Izquierda que defiendan este programa, que enfrenten las políticas a favor de los grandes sectores privados y religiosos en la educación, como lo hacemos cotidianamente miles de luchadores docentes en todo el país, muchos de los cuales integramos las listas del FIT. Votanos en defensa de la educación pública.