La empresa estatal Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT) está intervenida por Omar Zeidán, un representante del gobierno nacional. Se encuentra en la provincia de Santa Cruz, donde Alicia Kirchner gobierna en sintonía con el ajuste del macrismo. La principal tarea del interventor, además de reducir el presupuesto de YCRT 18,5%, fue enviar el telegrama de despido a más de 200 trabajadores. Ya se venían ofreciendo retiros voluntarios, que fueron resistidos por los trabajadores, por lo que el representante de Cambiemos procedió a despedirlos arbitrariamente. Se habla de unos 500 despidos más, y los trabajadores sospechan que la verdadera intención del macrismo es vender la empresa a capitales privados. Denuncian que ya había sectores de la empresa abandonados, se había dejado de comprar insumos y ellos mismos arreglaban los vehículos. Las intenciones de privatizar YCRT son muy claras.
Frente a los despidos, los trabajadores, sus familias y vecinos comenzaron un acampe en una de las entradas de la mina, realizando asambleas y relatando puerta a puerta lo que estaba pasando en la fábrica. La respuesta del interventor frente al reclamo fue pedirle al gobierno nacional que envíe con “urgencia” al menos 200 efectivos de Gendarmería para que “garanticen la seguridad”.
Fruto de la organización y la presión popular se llegó a una instancia de negociación, pero allí el gobierno pretende tratar la modificación de los convenios colectivos de trabajo. Los presionan para que acepten esas modificaciones o avanzarán con los despidos. Como antecedente de lo que puede ocurrir está Vaca Muerta, donde luego de firmar un acuerdo que perjudicaba a los trabajadores, el gobierno de Mauricio Macri despidió igual. La lucha de los trabajadores de Río Turbio continúa. Desde Izquierda Socialista llamamos a brindarles todo el apoyo y solidaridad, por su reincorporación y el fin de la intervención.
Corresponsal