El gobierno nacional y sus organizaciones afines, en el afán de quedarse con la FUBA, violan la autonomía universitaria y utilizan métodos dictatoriales.
Desde el 26 de noviembre de 2015 hasta el 7 de abril de 2016 los servicios de inteligencia espiaron los locales FUBA en las sedes del Ciclo Básico Común. La orden de desarrollar “discretas tareas de inteligencia”, según consta en la causa, fue dispuesta por el fiscal Guillermo Marijuan. La medida, que no fue autorizada por ningún juez, viola la autonomía universitaria y está expresamente prohibida por el artículo 31 de la Ley de Educación Superior (24.521).
Desde la Juventud de Izquierda Socialista repudiamos este atropello e intromisión en la UBA y contra las agrupaciones que se organizan para enfrentar el ajuste de Macri. Nos solidarizamos además con los compañeros Julián Asiner y Adrián Lutvak que han sido llamados a indagatoria.
La Franja Morada, la UES (Sociales) y el MLI (Ingeniería) buscan crear una FUBA de rodillas al rectorado de la UBA y al macrismo. El movimiento estudiantil tiene otras intenciones: defender una universidad pública, gratuita, laica y de calidad. Llamamos a los estudiantes a apoyar las luchas en curso, pero con especial énfasis en la lucha que llevarán adelante en el siguiente cuatrimestre los distintos sindicatos de docentes universitarios preparando codo a codo el no inicio de clases.