Escribe Mónica Schlotthauer, Cuerpo de delegados del ferrocarril Sarmiento y diputada electa de Izquierda Socialista/ FIT
El ex ministro de Planificación culpa al maquinista por la tragedia de Once. De Vido fue una pieza fundamental en el entramado de corrupción kirchnerista y también responsable por los muertos y heridos de Once, una masacre que pudo ser evitada. El cuerpo de delegados del Sarmiento y la Bordó venían denunciando desde 2003 la falta de mantenimiento y el vaciamiento del ferrocarril. La movilización de los familiares con el acompañamiento de los ferroviarios logró las condenas y el actual procesamiento a De Vido.
El pasado 10 de julio, el ex ministro de Planificación Julio De Vido declaró como imputado en el marco del juicio por la masacre de Once. Manifestó que el responsable del suceso es el maquinista (en realidad una víctima más) Marcos Córdoba que “se olvidó de apretar los frenos y sólo eso llevó a generar el accidente”, y agregó “no puedo ser autor de un delito ya que no era mi competencia ocuparme de las cuestiones designadas a los secretarios de Transporte”, acusando sin nombrarlos a Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime. Intenta, con diferentes argumentos, quedar impune.
De Vido tuvo bajo su órbita a los ferrocarriles y era el responsable de pagar los millonarios subsidios que nunca fueron destinados a mejorar el sistema ferroviario ni al mantenimiento de los trenes. La Secretaría de Transporte de la Nación, primero con Jaime y con Schiavi después, destinaba cifras cada vez más elevadas a los Cirigliano. Alrededor de TBA se conformó un grupo de empresas cuyos dueños resultaron ser directivos o accionistas de ésta, las cuales le facturaban distintos tipos de servicios con el objetivo de hacerse de los recursos económicos de la prestataria ferroviaria. De este modo la presentaban como deficitaria y así podían reclamar al Estado mayores subsidios para cubrir el “déficit operativo” de TBA. Ese dinero era utilizado para comprar empresas y depositar dólares en las islas Caimán. ¿De Vido podía desconocer estas maniobras? No. De Vido, Jaime y Schiavi fueron parte de todo esto y por lo tanto los responsables de las 51 muertes y los más de 700 heridos de aquella mañana del 22 de febrero de 2012. La corrupción mata, por ello se produjo esa masacre que pudo haberse evitado.
Desde 2003 el cuerpo de delegados del Sarmiento y la Bordó venían denunciando la falta de mantenimiento del ferrocarril y la destrucción de los bienes del Estado, y sus consecuencias para la seguridad de los trabajadores y usuarios, pero no fueron escuchados. Fue entonces la corrupción kirchnerista, de la que De Vido era una pieza central, la que hizo circular al chapa 16 que resultó ser una trampa mortal. La sostenida movilización de los familiares reclamando justicia con el acompañamiento y la lucha de los ferroviarios de la lista Bordó, que también prestaron testimonio en el juicio por la tragedia de Once, lograron la condena de los responsables.
Desde el cuerpo de delegados del Sarmiento exigimos que Julio De Vido sea condenado por esta masacre y también que todos los responsables, tanto del gobierno como de TBA que ya han sido condenados, vayan a la cárcel. A la vez continuamos peleando contra la actual política de destrucción del ferrocarril de Dietrich y Macri y por una salida que permitirá brindar un servicio de transporte seguro, eficiente y accesible para el pueblo trabajador: la reestatización de los ferrocarriles bajo la gestión de sus trabajadores y organizaciones de usuarios.