La mayoría de las paritarias cerraron en 15%, en cuotas y sin cláusula gatillo. Incluso en algunos casos, como el de los estatales, se les ofrece menos (12%). Del otro lado, la suba de precios ya nos está dando una inflación anual cercana a 30%. Habíamos llegado a abril con un índice de precios al consumidor que acumulaba 9%. Era obvio que la inflación anual no iba a ser de 15%, ese número sólo se usaba para ponerle un techo a las paritarias.
El gobierno argumentaba que la inflación iba a bajar a partir de mayo. Pero en el mes que acaba de terminar, devaluación mediante, hay una estampida. Los precios de la canasta básica, según un relevamiento oficial de Defensa del Consumidor, tuvieron una suba promedio de 2,9%. Un estudio de la consultora CEPA, siguiendo 16 productos de la canasta familiar, registra un promedio de aumentos de 19%. Las harinas y todos sus derivados (pan, fideos, facturas, etcétera) están a la cabeza de los aumentos. Junio, a su vez, viene con más incrementos: ya subió la nafta, y ahora vienen las prepagas y más aumentos en alimentos y otros bienes de consumo.
Los salarios están siendo pulverizados. Se impone la reapertura inmediata de todas las paritarias que cerraron al 15%. Nadie debe ganar menos de 30.000 pesos, los aumentos salariales deben recuperar lo perdido en los últimos meses y acordarse con cláusulas de ajuste automático siguiendo el índice de inflación. Nada de esto se va a lograr fácilmente pero los docentes de Neuquén mostraron que se puede. J.C.