Que la deuda externa es el talón de Aquiles de la economía argentina y que no se puede pagar siempre fue nuestro reclamo. Pero ahora, después de años sosteniendo lo contrario, son los propios economistas del establishment los que empiezan a reconocer que la deuda es el problema central del gobierno de Macri y que todo el programa de ajuste pactado con el FMI se reduce a recaudar dólares para pagar los próximos vencimientos.
El primero fue Daniel Marx, que en un informe de su consultora (Quatum Finanzas) planteó “el problema” de que la deuda sumada de Nación, provincias y el Banco Central ya estaría en el orden del 70% del PBI, un indicador que prendería luces “anaranjadas” en cuanto a la posibilidad de su pago. A esto le siguió Jorge Neyro (Consultora ACM) que sostuvo que a fin de año, y con un dólar supuesto a 42 pesos, el peso de la deuda sobre el PBI será mayor aún: 77,5%. Y el dato más catastrófico provino del Estudio Broda, que dio a conocer un cálculo donde sostiene que si el dólar se va a 45 pesos a fin de año, el peso de la deuda subiría al 92% del PBI. ¡Casi lo mismo que tenía De la Rua cuando se produjo el default a fines de 2001!
Desde el exterior, el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, en declaraciones a la BBC, fue aún más a fondo. Directamente dijo que la Argentina no está en condiciones de pagar los próximos vencimientos de deuda y que se debe proceder a una “reestructuración” y hasta mencionó una “quita”. O sea que si los acreedores no acceden a estirar los plazos de vencimientos y canjear bonos (otro megacanje, como el de Cavallo en 2001, o los del kirchnerismo en 2005 y 2010), se corre el serio riesgo de que Argentina entre en cesación de pagos.
Todos estos analistas plantean estos problemas con el objetivo de que los acreedores sigan finalmente cobrando y no sufran pérdidas. Nosotros sostenemos que, efectivamente, el gobierno no sabe cómo pagar los próximos vencimientos de deuda y que todo el ajuste es para garantizar los pagos. Para nosotros la salida es la opuesta: no pagar y poner ese dinero al servicio de resolver las más urgentes necesidades populares.
J.C.