Alberto Fernández, de gira por Europa, volvió a ratificar la voluntad de pago de la deuda. Esto mismo dijeron nuevamente Cristina Kirchner y Sergio Massa. Fernández, a su vez, se reunirá con la UIA y Daer de la CGT para acordar un pacto social. De la mano del FMI y con un pacto social el que pierde es el pueblo trabajador.
Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT
David Lipton, número dos del FMI, dijo recientemente en Lisboa: “Portugal es una lección para el resto de Europa, incluido para el mundo”. El representante de Donald Trump en ese organismo elogia a Portugal por el tremendo ajuste que aplicó y por pagar puntualmente la deuda. También porque Portugal llegó a un “acuerdo” (pacto) entre empresarios y sindicatos para ello.
Al ejemplo de Portugal lo usa también Alberto Fernández y el peronismo para hacer creer que se puede pagar una deuda sin ajuste. Pero Portugal muestra lo contrario.
El “modelo” portugués
En Portugal se aplicó un brutal ajuste desde 2011 a cambio de un préstamo de 78.000 millones de euros de la Troika (FMI, Banco Central Europeo y Comisión Europea). El salario mínimo se congeló durante cuatro años, lo mismo que los sueldos de los empleados públicos. En 2012 se eliminaron los aguinaldos a estatales y jubilados. En 2013 se amplió la jornada laboral de 35 a 40 horas. El desempleo creció del 7% en 2008 al 16% en 2012, se multiplicaron los empleos precarizados, se redujo el costo laboral (apetencia permanente de las patronales argentinas) y la pobreza ascendió al 27% en 2014. Culpa de ello se fueron del país 760.000 personas en siete años (7% del total). (Clarín Económico, 8/9/19).
También se aumentó el IVA del 10% al 23%, la edad jubilatoria y se inició un agresivo programa de privatizaciones.
La bronca popular hizo que en 2015 el gobierno perdiera las elecciones y fuera reemplazado por una coalición entre el Partido Socialista, el Partido Comunista y el Bloque de Izquierda conducido por Antonio Costa. Las luchas populares hicieron que algunas medidas se revirtieran (como la semana de 35 horas o algunos aumentos del salario mínimo). Pero lo sustancial del ajuste fue mantenido por el actual gobierno. Portugal hoy es un país con una de las legislaciones laborales más flexibilizadas de Europa y una terrible reforma inmobiliaria echó de sus casas a centenas de miles de inquilinos.
Los tibios números actuales de crecimiento económico en nada mejoraron la vida de los sectores populares.
Tregua social para pagar
Cristina Fernández de Kirchner volvió a señalar: “Como dice Alberto, por supuesto vamos a cumplir con nuestras deudas, pero no esperen que lo hagamos haciendo sufrir al pueblo”.
Corregimos a la candidata. Primero, la deuda contraída por Macri y el FMI no son “nuestras deudas”, sino la contraída a espaldas del pueblo trabajador para financiar la fuga de capitales. Segundo, no es cierto que se pueda pagar “sin hacer sufrir al pueblo”, como promete Cristina, sino que para pagar hay que aplicar nuevos ajustes, algo que la ex presidenta oculta.
Por su parte, Alberto Fernández se va a reunir esta semana con la Unión Industrial (UIA) y el burócrata Héctor Daer de la CGT. Lo hará en Tucumán, auspiciado por el gobernador peronista Manzur, reconocido militante antiderechos, el preferido del candidato a presidente del Frente de Todos.
“Hay que ponernos de acuerdo entre todos para que durante 180 días podamos recomponer los salarios sin que esto signifique aumento de la inflación”, dijo Fernández. De esta manera, embellece un pacto entre empresarios, burócratas sindicales y gobierno diciendo que sería para “recomponer” salarios, cuando ya sabemos que estos pactos son solo una tregua para los trabajadores, ya que los grandes patronales siguen teniendo las manos libres para aumentar los precios, quitar conquistas laborales y seguir engordando sus ganancias.
La receta del Frente de Todos tiene un claro objetivo, llamar a que los trabajadores tengan paciencia “en momentos difíciles” y que tendrán que hacer un “esfuerzo” para sacar al país adelante cuando asuma. Es lo mismo que dice el Frente de Todos y la CGT ahora, dejando pasar el nuevo ajuste de Macri y el FMI.
Con más pagos de una deuda ilegítima y fraudulenta y un pacto social, quienes pierden seguirán siendo los trabajadores y el pueblo. Desde el Frente de Izquierda Unidad proponemos lo opuesto, repudiar al FMI, dejar de pagar la deuda e imponer un plan económico obrero y popular. Salida que hacemos valer en las calles y en las elecciones con el Frente de Izquierda Unidad.
