Escribe Martín Fú
En la madrugada del domingo pasado, la agente de tránsito Cinthia Choque fue embestida por un conductor en la avenida Figueroa Alcorta. Cinthia murió en el acto y su compañero Santiago Siciliano quedó herido gravemente y lucha por su vida. El conductor del automóvil, que se dio a la fuga sin asistir a las víctimas, es Eugenio Veppo, vocero del Ministerio de Justicia a cargo de Germán Garavano y paradójicamente, o no, militante de PRO.
Este crimen terminó de desnudar algo que ya se conocía y ahora toma una mayor dimensión pública: que Larreta y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires explota, precariza y negrea a sus empleados de una manera brutal que termina exponiéndolos a condiciones de trabajo que ponen en peligro la vida de los trabajadores. Cinthia, como la gran mayoría de los 2.500 empleados del Cuerpo de Agentes de Tránsito y Seguridad Vial, estaba precarizada hace seis años. En su condición de monotributista al gobierno de la Ciudad, no contaba con ART, ni recibía aguinaldo, seguro de vida, vacaciones o las condiciones mínimas que tiene un trabajador en blanco.
El domingo y lunes, en solidaridad, reclamando justicia y venciendo el temor, los trabajadores de Tránsito movilizaron por el centro de la ciudad denunciando que Larreta puede “bajarte el contrato cuando quieren. Al ser un monotributo no hay nada firmado y siempre amenazan con el miedo, con que te van a echar y con que no podés hacer un reclamo” (Perfil, 9 de septiembre). Repudiamos y denunciamos todas estas políticas negreras, que exponen a los jóvenes trabajadores a una tarea riesgosa y sin cumplimentar las medidas de seguridad básicas. Hacemos responsable a Larreta por la muerte de Cinthia y desde Izquierda Socialista acompañaremos la pelea por el pase a planta permanente de todos los trabajadores de Tránsito y del gobierno de la Ciudad.