Durante la última semana la frase “feministas en las listas” fue el lema de una campaña impulsada por diferentes espacios políticos y, en particular, por las militantes mujeres que apoyan la legalización del aborto en las filas del kirchnerismo, el radicalismo y PRO, como Dora Barrancos o Silvia Lospennato. Pretenden lograr el apoyo del movimiento de mujeres para que los dirigentes de sus espacios las incluyan entre las candidaturas. Desde el Frente de Izquierda–Unidad denunciamos que se trata de una maniobra con la que se busca encubrir el rol conciliador de todas las fuerzas políticas patronales con las iglesias.
Los dirigentes de Juntos por el Cambio (Macri-Pichetto) como los del Frente de Todos (Fernández–Cristina) coinciden en que el derecho al aborto no sea parte de su programa político ni de la agenda de discusiones. Por ello, Macri no vaciló en reunirse con la diputada antiderechos de Santa Fe Amalia Granata a pocos días de que ganara una banca. Y tanto Alberto Fernández como Cristina Fernández no pierden oportunidad para reafirmar que no es momento para debatir el tema del aborto y que hay que hacer unidad con las iglesias “juntando a los pañuelos verdes con los celestes”, es decir, bajando la bandera del aborto mientras siguen muriendo en la clandestinidad cientos de mujeres jóvenes y pobres y las niñas son obligadas a parir.
No criticamos porque sí. Durante los doce años de gobierno kirchnerista, mientras el candidato a vicepresidente Pichetto era jefe del bloque oficialista en la Cámara de Senadores y tenía mayoría parlamentaria, no solo no se trató el proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, sino que, aun cuando muchas de las firmantes del proyecto pertenecían al entonces bloque oficialista, la presidenta Cristina se empecinó en rechazarlo. Y luego las mismas firmantes de su partido la justificaban. Algo parecido podemos decir del gobierno de Macri, en donde al instante de asumir en el Consejo Nacional de Mujeres Fabiana Túñez decidió bajarse de la pelea por la legalización del aborto, ya que esto “no entraba” en el programa del gobierno.
Por eso, desde el Frente de Izquierda-Unidad afirmamos que no solo basta que haya “referentes feministas” en las listas electorales, sino que necesitamos un programa que de verdad contemple los reclamos históricos del movimiento de mujeres como la legalización del aborto, el presupuesto para la implementación de programas de prevención y atención de las violencias de géneros, o el combate real a las redes de trata, entre otros. Todo ello apoyado en la movilización permanente en las calles, único camino para arrancar nuestros derechos en el Congreso, esa cueva de ladrones y defensores de la Iglesia. El FIT-Unidad es el único que lleva estas propuestas en su plataforma. Sus listas están conformadas íntegramente por luchadoras y luchadores por estos derechos que darán la pelea en la calle y en el Parlamento para que el aborto sea ley y conquistemos todas nuestras reivindicaciones.