Estados Unidos nuevamente avanza en un intento de agresión a Irán. Además de las sanciones económicas que restringen el comercio petrolero y metalífero iraní, Trump amenaza desplegando tropas y desde los portaaviones despacha misiles y bombarderos alegando posibles agresiones de parte del Estado de Irán.
Escribe Eduardo Ruarte
Las tensiones entre Estados Unidos e Irán se profundizan con la ruptura del Plan de Acción Integral Conjunta (PAIC), acuerdo que concretó en 2015 Obama con el gobierno de Hassan Rohani con la garantía de la participación de otros países (Alemania, Francia, Rusia, China, etc). Irán aceptaba disminuir la producción de uranio enriquecido y Estados Unidos levantaría las sanciones.
Pero en 2018 Trump rompió este acuerdo y restableció inmediatamente las sanciones contra Irán para impedir que venda petróleo a Rusia, India y China. Es así que el imperialismo, de la mano de Trump, abre una nueva etapa de inestabilidad en Oriente Medio en su afán por volver a posicionarse como gendarme ante la debacle capitalista y la crisis económica, política y social mundial.
La revolución que se produjo en Irán en 1979 llevó a la caída del régimen monárquico proyanqui del sha Reza Pahlevi. Irán se convirtió en una república teocrática, fuertemente autoritaria, manejada por el clero islámico y un sector burgués que juega, desde entonces, un papel más independiente de los Estados Unidos y enfrentado a sus planes con Israel en la región. Se consolidó en la industria de la energía con la creación de plantas nucleares y es un referente mundial en la venta de petróleo. Un gobierno capitalista que aplica planes de ajuste y reprime las protestas, persiguiendo y encarcelando a manifestantes que se movilizan producto de la crisis económica, fortaleciendo un régimen que ataca las libertades y los derechos elementales. Es aliado fundamental, junto a Rusia, del régimen de Al Assad para terminar de destruir la resistencia de la revolución siria, donde Irán toma mayor influencia en la región, en detrimento de Arabia Saudí y Turquía, principales aliados del imperialismo norteamericano.
Debido a este posicionamiento de Irán en la región Trump decide ir a la ofensiva para privilegiar los intereses imperialistas con su aliado, el Estado sionista de Israel, al que no le cayó en gracia este protagonismo que logró Irán. Es así que, luego de romper el PAIC, Estados Unidos avanza con una amenaza de agresión contra Irán denunciando que existe la posibilidad de que ataque los intereses de los aliados del imperialismo. Si bien Irán niega las denuncias, sí se dispone a retomar el desarrollo nuclear, almacenando uranio enriquecido y agua pesada, y a cerrar el estrecho de Ormuz, paso por donde circula un quinto del petróleo que consume el mundo.
Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional, sin ningún apoyo político al gobierno burgués de Irán, quien ajusta y reprime al pueblo iraní movilizado, somos categóricos ante el imperialismo. Repudiamos la amenaza de agresión con el despliegue armamentístico y tropas militares en la región y las sanciones aplicadas. Llamamos a trabajadoras y trabajadores y organizaciones populares de todo el mundo a organizar un repudio internacional contra Donald Trump y el imperialismo. Exigimos el levantamiento de las sanciones impuestas y el retiro de las fuerzas imperialistas de la región. Fuera el imperialismo de todo Medio Oriente.