El ajuste que vienen aplicando Macri y los gobernadores bajo las órdenes del FMI, sigue generando sus consecuencias. Más despidos y suspensiones, una inflación que se sigue comiendo salarios y jubilaciones y una miseria creciente. Según datos de la Junta Interna de ATE Indec, una familia tipo necesitaba 44.569 pesos para cubrir la canasta familiar al 31 de marzo. Hasta el propio diario La Nación tuvo que reflejar el drama que viven incluso sectores de clase media, hoy sumidos en la miseria (“Los nuevos pobres: historia de familias que por primera vez enfrentan la exclusión”, martes 21/5).
Todo esto no hace más que agrandar la bronca popular y el desgaste del gobierno en todos los órdenes. Por eso, lo que fue presentado hace apenas un par de semanas como “la gran iniciativa política” (el llamado al diálogo y la invitación a firmar los famosos 10 puntos del gobierno) aparece hoy como algo deshilachado y ya casi sin importancia. Ni hablemos de los “precios esenciales”, presentados hace menos de un mes como la gran solución al bolsillo popular, y de los que hoy ya nadie se acuerda (mientras los productos de consumo familiar, dicho sea de paso, siguen aumentando cada quincena en los supermercados).
La crisis hace que lo que ayer aparecía como la noticia política más importante, al otro día pase al olvido. Así, hace apenas una semana se estaba discutiendo el triunfo de Juan Schiaretti en las elecciones cordobesas y cómo este salía fortalecido al interior al peronismo. Ahora, lo novedoso es la nominación de la fórmula Alberto Fernández- Cristina Fernández de Kirchner. Más allá de los objetivos de estrategia electoral que busca alcanzar (fundamentalmente “unificar” detrás de este binomio a la mayor parte posible del peronismo), lo central es que apunta a tranquilizar al FMI y al establishment financiero internacional. Así, va quedando cada día más claro y explícito que todos los partidos patronales, desde el oficialismo cada vez más debilitado de Cambiemos hasta las distintas vertientes en que por ahora aparece dividido el peronismo opositor, coinciden en lo fundamental: seguir el acuerdo con el FMI y cumplir a rajatabla con los acreedores internacionales, lo que claramente, no ofrece ninguna salida al pueblo trabajador.
Del otro lado solo queda la izquierda, sosteniendo justamente lo opuesto: que la única salida es romper con el FMI y no pagar la deuda. Afirmando que esa es la opción si de verdad se quiere priorizar las necesidades acuciantes de los trabajadores y el pueblo. Muchos compañeros en fábricas, oficinas y colegios nos preguntan honestamente ¿para qué voy a apoyarlos a ustedes, si no van a llegar? ¿No es mejor votar a aquel que tiene más posibilidades para sacarnos así de encima a Macri? Tenemos que ser clarísimos: si no nos sacamos de encima al FMI, el que venga, comprometido a seguir pagando la deuda externa (que acumula vencimientos para los tres próximos años de 150.000 millones de dólares), terminará ejecutando un feroz ajuste, mayor aun que el actual, y que incluirá, tal como lo reclama el Fondo, un nuevo intento de avanzar con las reformas laboral y previsional. ¡No se trata entonces solo de sacarse de encima a Macri, sino también al plan de ajuste del FMI que nos está hambreando y que promete ponerse peor aún para el año próximo!
Apoyar entonces a la única salida diferente, y fortalecerla, es muy importante. Porque necesitamos estar más fuertes para enfrentar las peleas que se vienen. Necesitamos nuevos dirigentes, políticos y sindicales. Esto es lo que planteamos desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda: fortalecer una nueva alternativa política que, ademas de la pelea que damos junto a muchísimos compañeros contra la burocracia desde el sindicalismo combativo, se plante de verdad para derrotar el ajuste y postular una salida para el país, obrera y popular. Y no prometemos “luchar en el futuro”. Nuestra conducta política, enfrentando a todos los gobiernos patronales y sus ajustes, es nuestra mejor carta de presentación.
Es lo que hacemos cotidianamente. Por eso, por ejemplo, hoy estamos convocando masivamente al Congreso para el próximo 28 de mayo, cuando se presente nuevamente el proyecto por el aborto legal, seguro y gratuito. Mientras desde el peronismo kirchnerista se nos invita a “no hacer olas”, “uniendo los pañuelos verdes con los celestes”, y nos argumentan que es “inoportuno” movilizarse en este año electoral, nosotros desde la izquierda nos jugamos a ser miles y miles en las calles. No subordinamos los derechos de las mujeres a ninguna estrategia electoral de los partidos patronales.
Del mismo modo, el próximo 29 de mayo, también pararemos masivamente, mientras les exigiremos a las burocracias de la CGT y las CTA que le den continuidad a la lucha con un nuevo paro general de 36 horas con movilización, porque queremos de verdad derrotar al ajuste. Pelear ahora contra el ajuste, movilizarse masivamente, apoyar todas las luchas y oponer al planteo de que “lo único que se puede hacer es seguir con el Fondo y pagando la deuda” un programa opuesto por el vértice, que priorice las más urgentes necesidades de los trabajadores. Es la tarea de la hora. Esa es la alternativa que queremos construir y fortalecer desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda. Te invitamos a que te sumes.