En varias ciudades del mundo el reclamo por la igualdad entre los géneros se instaló con fuerza y millones se movilizaron entre el 8 y 9M. En algunos países se conmemoró el día internacional de la mujer trabajadora con acciones, movilizaciones y en algunos casos con una parcial huelga feminista. Sin dudas, la oleada de luchas feministas continúa contra la violencia machista y los crímenes de odio, contra la desigualdad económica y por el derecho a decidir.
Escribe Mercedes Trimarchi, diputada provincial por Buenos Aires. Izquierda Socialista/FIT
“La verdadera pandemia es el machismo” decían algunos carteles que portaron las mujeres en Europa. En varios países las movilizaciones fueron suspendidas por el coronavirus como en Italia, pero el día internacional de la mujer trabajadora no pasó desapercibido. Decenas de miles en Barcelona y cientos de miles en Madrid se movilizaron masivamente este 8M de 2020. Uno de los reclamos más sentidos fue el de la igualdad de derechos para las migrantes a quienes el gobierno de Pedro Sánchez les niega el acceso a la salud.
En Turquía miles de activistas se movilizaron contra el gobierno represivo de Erdogan en reclamo de libertades y contra la violencia patriarcal. Se destacaron los mensajes contra el matrimonio con niñas, por la distribución de las tareas domésticas y también en solidaridad con las migrantes. Una vez más, al igual que en 2019, la marcha fue duramente reprimida y quienes se manifestaban no pudieron llegar a la emblemática plaza Taskim.
En Pakistán, bajo el lema “mi cuerpo, mi elección” y a pesar de las amenazas contra la manifestación del 8M, las mujeres salieron a las calles. Allí tuvieron que enfrentar no solo la represión policial sino también a un grupo de islamistas que fueron a impedir la marcha con la consigna “el cuerpo es de Alá, la decisión es de Alá”.
“América Latina va a ser toda feminista”
Con este popular cántico, se colmaron las calles de Lima, Buenos Aires, Bogotá, Santiago de Chile y la ciudad de México, entre otras ciudades. Latinoamérica sigue siendo una de las regiones más afectadas por la desigualdad entre los géneros. Y al unísono, se expresaron voces contra la violencia machista, por la igualdad de oportunidades y por el derecho al aborto legal seguro y gratuito.
En Chile, la movilización del 8M fue histórica y la consigna central fue contra el gobierno de Piñera. En Santiago arriba de dos millones y medio de mujeres llegaron a la Plaza Dignidad, enfrentándose a los “pacos”. La marcha que unió las ciudades de Valparaíso y Viña del Mar fue de cinco kilómetros. La rebelión del pueblo chileno continúa desde hace meses, y en esta oportunidad las feministas volvieron a denunciar la violencia político-sexual que se manifiesta en violaciones y todo tipo de vejámenes a las mujeres cuando son detenidas.
En México fueron dos días de movilizaciones muy masivas. El 8M la plaza central de la capital del país se tiñó de violeta contra la impunidad de los femicidios y se denunció que por día, son diez las mujeres asesinadas por el odio a su género. El lunes 9M, se convocó a un paro nacional de mujeres contra la brecha salarial que llega al 34%.
En Perú la jornada se anticipó al 7M y cerca de 10.000 personas se manifestaron en Lima bajo la lema “Trabajadoras, sí; explotadas y violentadas, no.” En el país andino, el reclamo central fue el fin de los femicidios y la exigencia al presidente Martín Vizcarra que declare la emergencia en violencia de género.
En Argentina, al momento de la movilización se habían contado más femicidios que días. Por eso, en el país del #NiUnaMenos, el reclamo por presupuesto para combatir la violencia de género continúa más vigente que nunca. La marcha en Buenos Aires, se convocó bajo la consigna: “La deuda es con nosotres, ni con el FMI, ni con las iglesias” y denunció el pago de la deuda externa. A su vez, el reclamo por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito fue la demanda central de la movilización del lunes 9M. Por eso, frente al Congreso, decenas de miles de mujeres levantaron en alto el pañuelo verde exigiendo que se apruebe inmediatamente el proyecto de la Campaña nacional por el derecho al aborto que tiene estado parlamentario y que fue construido por el movimiento feminista.
En síntesis, las acciones tanto del 8M como del 9M dejaron en claro que las mujeres junto a las disidencias sexuales estamos en las calles y luchando por cada uno de nuestros derechos. Convencidas de que solo con la fuerza de la movilización, vamos a conquistarlos.