El actor Enrique Pinti hizo una descarnada pintura del actual ajuste macrista: “Antes me asustaba de la situación social de la gente que estaba desposeída. Esta es la primera vez, quizás porque me va peor, que me asusta no solo cuando me llegan las boletas de luz y gas. De la prepaga me llegaron 39.000 pesos, más la insulina importada que uso, que me sale 36.000 pesos por mes”.
Pinti, que evidentemente ha tenido a lo largo de su carrera ingresos superiores a la mayoría de los trabajadores, explica por qué la crisis le ha llegado también a él: “Hay funciones en que casi no hay público. La gente no tiene plata para ir al teatro, y yo vivo de eso”. Periodistas alcahuetes del gobierno de Macri, como Eduardo Feinmann, o impresentables como Alfredo Casero, salieron a atacarlo: “Pinti politiza una situación individual”, dijo el periodista reaccionario de A24. Algunos ya no saben qué inventar para esconder el feroz ajuste que está pulverizando la calidad de vida de millones. Más allá de las diferencias que podamos tener con sus opiniones, nos solidarizamos con Enrique Pinti, que siempre ha sido crítico frente a los distintos gobiernos, a diferencia de las voces que salen a atacarlo.