Escribe Rodolfo Sánchez
Tras ocho años de movilizaciones, reclamos de familiares y el impulso de la multisectorial contra la represión, logramos arrancar un juicio oral y público por los crímenes de Nino Carrasco y Sergio Cárdenas durante la represión del 17 y el 18 de junio de 2010.
La policía de Río Negro tiene nefastos antecedentes de maltrato, violencia (Coco Garrido, “ahorcado” en la comisaría de El Bolsón), gatillo fácil (Diego Bonefoi), desapariciones (Daniel Solano, policías condenados a perpetua), secuestro y ejecución (policía Lucas Muñoz, Bariloche), droga, negocios espurios (menores prostituidas bajo guarda del Estado) y alarmantes cifras de mujeres desaparecidas (superando diez veces al total del resto de las provincias patagónicas). Fue un logro parcial la tibia condena por cuatro años de prisión por homicidio culposo y negligencia en el ejercicio de sus funciones a Víctor Cufré (ex secretario de Seguridad y Justicia), a Jorge Villanova (ex jefe de la policía) y a Argentino Hermosa (ex titular de la Unidad Regional). Para los familiares no hubo justicia. Carmen (mamá de Nino) dijo: “Siento bronca, desilusión, tristeza”, Karina (viuda de Cárdenas): “… la causa estaba caratulada para que las condenas sean excarcelables”. Por la tarde también se leyó la absolución a los policías del caso Garrido. Desde Izquierda Socialista acompañamos la justa indignación de los familiares.