Escribe Malena Zetnik
Ante el fallo misógino en el juicio por el femicidio de Lucía Pérez, el movimiento de mujeres prepara acciones de repudio contra la impunidad de los responsables y contra la justicia patriarcal.
Lucía Pérez tenía 16 años cuando el 8 de octubre de 2016 fue drogada, violada y asesinada por Matías Farías y Pablo Offidani en la zona de la playa La Serena, en Mar del Plata. Luego de su femicidio, su cuerpo fue lavado por los victimarios y tirado con ayuda de Alejandro Maciel en la puerta del hospital de la zona. La aberrante noticia del caso suscitó indignación social y miles de mujeres en la Argentina realizaron el primer paro con una gran movilización el 19 de octubre de ese año. En el Estado Español, Chile, México y en otros países, las mujeres también se movilizaron ese día para reclamar justicia y exigir que se cumpla con el #NiUnaMenos #VivasNosQueremos, bandera de la lucha del movimiento de mujeres a nivel mundial. Pero a dos años, la justicia patriarcal marplatense pretende dejar impune el caso.
El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Mar del Plata, conformado por Pablo Javier Viñas, Juan Facundo Gómez Urso y Aldo Daniel Carnevale, planteó en su fallo del pasado 26 de noviembre que Farías y Offidani solo eran culpables de tenencia y tráfico de estupefacientes y los condenó a ocho años de prisión. Mientras que absolvió a Alejandro Maciel. Pero lo repudiable no solo es la impunidad para los femicidas, que además son hijos del poder local, sino también los argumentos misóginos en los que se basa el fallo.
El tribunal justifica que tres hombres adultos que le vendían drogas a una adolescente menor de edad y mantuvieron relaciones sexuales seguidas de su muerte no tienen ninguna responsabilidad en el hecho, basándose en la conducta sexual de la víctima derivada de mensajes de su celular. El fallo concluye que “de los chats analizados surge claramente que sus vivencias en ese sentido alejan por completo la posibilidad de que hubiera sido sometida sin su voluntad”. Asimismo, absuelve a los victimarios a partir de apreciaciones en las que indican que como Farías “compró facturas y una Cindor” a la joven “estas actitudes no son las asumidas habitualmente por las personas con intención de cometer un hecho tan aberrante”.
Lamentablemente, este tipo de afirmaciones, que reniegan de todos los estudios sobre las características de la violencia sexual y que responsabilizan a la víctima no son nada nuevo ni en la Argentina ni en el mundo. Basta recordar en el Estado Español el fallo que garantizó la impunidad de un grupo de amigos autodenominado “La manada” que cometió una violación colectiva de una joven durante las fiestas de San Fermín. El fallo se basa en que la joven “no se defendió lo suficiente” como para probar que había sido violada.
Ni olvido ni perdón a los femicidas violadores
Este tipo de fallos busca legitimar la cultura de la violación con la culpabilización de la víctima por su propia muerte y la naturalización de la violencia sobre el cuerpo de las mujeres. Pero frente a ello, volvieron a salir a la calle y el pasado 27 de noviembre más de 600 mujeres independientes y de diferentes organizaciones se autoconvocaron en la plaza de Tribunales de la Ciudad de Buenos Aires para realizar una asamblea. Surgieron repudios al fallo en redes sociales y en diferentes espacios públicos. En los próximos días se convocará a un nuevo paro de mujeres y movilización para exigir justicia por Lucía Pérez. No vamos a permitir que esta vez sea la justicia patriarcal la que vuelva a asesinarla con su misógino fallo. Por eso desde Isadora Mujeres en Lucha reclamamos cárcel ya para Farías, Offidani y Maciel por femicidas. ¡Abajo el tribunal misógino! ¡Presupuesto ya para la prevención de las violencias de género! El gobierno y la Justicia son responsables.