Escribe Gabriel Massa
Axel Kicillof, ex ministro de Economía de Cristina y actual diputado nacional, respondió a un extenso reportaje para la revista Forbes. Sus dichos no tienen desperdicio.
El periodista inicia la conversación planteando: “Viajemos a 2019 y otra vez te toca decidir sobre la gestión económica. ¿Cuál es el plan?”. El ex ministro kirchnerista responde: “Va a haber un nivel de deuda externa preocupante en 2019. Y cerrado el financiamiento internacional, con una dependencia muy fuerte de los acreedores, y del auditor de los acreedores que se llama FMI. O sea que hay que entablar conversaciones con el FMI, indudablemente.” El periodista le dobla la apuesta: “Entonces, eso de romper con el FMI…” y Kicillof lo deja clarísimo: “No podés romper con el Fondo”.
Kicillof confía en “tener una conversación productiva con el FMI para que no obligue a aplicar políticas de austeridad exageradas”. También se declara a favor de los subsidios a los pulpos multinacionales del gas y el petróleo, afirmó que si llega al gobierno el kirchnerismo va a “asegurar la rentabilidad de las inversiones petroleras y gasíferas, porque si no no va a haber inversiones privadas. No somos antiempresa”.
Kicillof, uno de los dirigentes más cercanos a Cristina, no hace más que continuar con el doble discurso kirchnerista. Critica el acuerdo de Macri con el FMI y asegura “para la tribuna” que es el origen de todos los males que sufre el pueblo. Pero cuando habla para una revista como Forbes, una de las más leídas por el establishment empresario mundial, su mensaje es clarísimo: ahí afirma sin vueltas que un supuesto futuro gobierno peronista kirchnerista va a seguir pagando la estafa de la deuda externa. Y que para ello va a seguir negociando con el FMI, llamándonos a confiar en que el Fondo “no nos obligue a aplicar una política de austeridad exagerada”. Y asegura que va a seguir garantizando la “rentabilidad”, es decir, las ganancias de las multinacionales que saquean nuestras riquezas.
Entendemos que haya honestos compañeros kirchneristas que se sorprendan ante las declaraciones de Kicillof. Pero la verdad es que no es algo novedoso. De hecho, durante su período como ministro fue cuando se pagaron al Club de París casi 10.000 millones de dólares (reconociéndoles 3.000 millones más de intereses que la deuda original), o 6.000 millones a Repsol por YPF, mucho más de lo que valía la empresa. Y, en el período inmediato posterior, firmó desde la YPF ya nacionalizada el escandaloso acuerdo secreto con Chevron para el saqueo de Vaca Muerta. Sin hablar de los casi 200.000 millones en efectivo que se abonaron en concepto de “pagos de deuda externa” a lo largo de los doce años kirchneristas, mientras se mentía con el verso de que “nos estábamos desendeudando”.
Las declaraciones de Kicillof dejan en claro lo que venimos sosteniendo desde Izquierda Socialista y el Frente de Izquierda: somos los únicos que, frente al ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI, planteamos romper el acuerdo con el Fondo y dejar de pagar la deuda externa. Esa es la única salida de fondo frente a la crisis.