Escribe Guillermo Sánchez Porta
El FUDB (Frente Unidad Docente Bonaerense) definió convocar para el jueves 18 y viernes 19 de octubre a un paro, en unidad con los demás gremios estatales, con movilización el jueves a La Plata. Es necesario un plan de lucha verdadero.
Vidal levantó el decreto que cerraba 2018 con un absurdo 19% de aumento a los docentes. El repudio general en la base docente, que obligaba al FUDB a profundizar el plan de lucha, sumado a la situación general del país donde cada vez hay más bronca contra Macri, los gobernadores y los ajustes del FMI, llevó a la gobernadora de Cambiemos a cambiar de política. Las asambleas de los sindicatos docentes habían repudiado el aumento y en las escuelas se definía parar 96 horas o por tiempo indeterminado. Al punto que Baradel impulsó un paro de 48 horas e informó que “los mandatos” daban un paro de 96 horas para la otra semana.
Vidal citó entonces a paritaria a gremios estatales, les ofreció 12% más llevando a 31% anual y llamó al FUDB y les ofreció lo mismo. Esperaba que rápidamente se aceptara su “oferta” y terminar la conflictividad. No midió que la bronca salarial y política en la base docente no le da mucho margen a Baradel, Petroccini y Díaz que, muy a su pesar, rechazaron la propuesta por “insuficiente”.
El FUDB rechaza, pero no tanto
Los dirigentes docentes como “contrapropuesta” plantearon que en vez de noviembre, el aumento se pagara en octubre y que, aunque no hubiese cláusula gatillo, al menos hubiera una reunión de revisión en diciembre, no en enero como decía Vidal. O sea, diferencias de cronogramas.
Como los funcionarios se retiraron y no volvieron, al FUDB no le quedó otra que llamar al paro. Todos esperaban que se anunciaran las 96 horas de paro resueltas. Pero la burocracia dejó pasar todo el fin de semana para avisar, el martes, que pararían de nuevo 48 horas.
El problema no es de un mes antes o un mes después. Es que el salario docente perderá más del 15% anual sobre la inflación. Que el inicial se irá a menos de 16.000 pesos (debajo de la canasta básica) y el básico quedará cercano a los 7.000, debajo de la canasta de pobreza. ¡Por eso es inaceptable la propuesta de Vidal!
Además, no resuelve nada de infraestructura, presupuesto (al contrario, se viene un presupuesto de ajuste educativo enorme), ni da marcha atrás en los ajustes en la escuela técnica, especial, jardines, equipos de orientación, etcétera. Tampoco lo del IOMA (Obra Social) ni las jubilaciones. ¡Es por todo eso que hay que rechazar la “oferta” de Vidal!
Hace falta un verdadero plan de lucha
Durante todo 2018 la burocracia nos distrajo con una política nefasta: negociar con los chicos en las aulas. Como el ajuste fue tan brutal, no le quedó otra que llamar a paros, pero todos aislados, epilépticos, sin continuidad. Así fue pasando el año y Vidal nos daba, a cuentagotas, pequeños “adelantos a cuenta de futuros aumentos”. Ahora estamos sobre el final del año y ningún docente quiere seguir con paros aislados. Por eso, aunque minoritarias y burocráticas, las asambleas de los sindicatos docentes reflejaron esa bronca, con propuestas de paro de 96 horas y por tiempo indeterminado.
Aún hay tiempo para retomar la lucha. Es por eso que es necesario que el paro de esta semana sea contundente y la marcha a La Plata, masiva. Allí debemos exigir que se llame a las 96 horas de paro resueltas, junto con la marcha a Congreso el 24 de octubre y luego por tiempo indeterminado.
Es fundamental que las corrientes que integran con Docentes en Marcha las seccionales Multicolores, cambien su política de hacer seguidismo a la burocracia y se postulen para volver a impulsar medidas de fuerza sin la burocracia, si ésta se niega. El plenario provincial de delegados combativos del 18 de octubre en La Plata debe adoptar resoluciones en ese camino. Así, podremos desbordar a la conducción y derrotar el ajuste de Vidal.