Escribe Gastón Godoy, dirigente de la Juventud de Izquierda Socialista
Hace algunas semanas, con el conjunto de fuerzas del Frente de Izquierda Unidad comenzamos a explorar la posibilidad de realizar encuentros estudiantiles de los niveles secundario, terciario y universitario para organizarnos frente al ajuste en curso y la virtualización forzosa, que ha generado una deserción histórica.
En un contexto donde las conducciones mayoritarias del movimiento estudiantil (radicales, peronistas y kirchneristas) no mueven un dedo y son una correa de transmisión del ajuste de las autoridades y el gobierno, desde la izquierda necesitamos dar pasos en unidad para agrupar al movimiento estudiantil que quiere reclamar por nuestros derechos y salir a pelear. La educación en su conjunto está cada vez peor, con un presupuesto que continúa siendo el que votó Macri en 2018, pero con una inflación superior a 70 por ciento desde entonces. Un hecho que también se refleja en las paritarias docentes y no docentes, virtualmente congeladas y donde no rige la cláusula gatillo de aumento por inflación, lo que provoca retrasos salariales enormes. Además debemos seguir impulsando iniciativas por la aparición con vida de Facundo Castro, así como también impulsar la unidad obrero-estudiantil con los conflictos en curso.
El objetivo de estos encuentros es el de posicionar a la izquierda como un polo que tiene una salida de fondo, distinta, para estas problemáticas. El único espacio político que, frente a la inacción de las conducciones traidoras y burocráticas, plantea organizarse.
En este punto, junto con los compañeros del PTS acordamos llevar adelante encuentros de estudiantes en lucha, regionales o zonales, en las distintas provincias, comenzando este sábado 15 de agosto. Alentando también a más fuerzas de izquierda y combativas para que puedan sumarse en esta perspectiva, donde lo central es poder discutir la situación actual de los distintos lugares de estudio y poder elaborar resoluciones que impulsen la acción para enfrentar los atropellos particulares de cada institución y contra el ajuste en general que impulsa el gobierno sobre el sistema educativo, apuntando a la unidad obrero-estudiantil para sumarnos, en conjunto con el sindicalismo combativo, en las calles, a las peleas que son cada vez más.
Lamentablemente, los compañeros del Partido Obrero y el MST definieron no participar de estas instancias unitarias de lucha. No ven la posibilidad de que, ante un contexto pasivo del movimiento estudiantil, se puedan desarrollar acciones que logren agrupar a un sector que manifiesta un enorme descontento con la situación actual. Creemos que es una perspectiva equivocada la de no querer coordinar desde la izquierda unitariamente instancias que puedan deliberar sobre los reclamos y demandas que tenemos.
Nuestros planteos tendrán como eje la exigencia a las autoridades y al gobierno nacional que sirvan para frenar la deserción, reclamando dispositivos tecnológicos para todo aquel que lo solicite, liberación total de datos para ingresar en cualquier plataforma educativa o página web, aumento de becas en su cantidad y monto, abriendo nuevamente las inscripciones producto del contexto que atravesamos. Medidas que apuntan centralmente contra la deserción. Un aumento presupuestario ya, sobre la base del no pago de la deuda externa, porque la plata está, pero las prioridades del gobierno son otras, como acordar con los buitres y el FMI.
Es imprescindible también la denuncia del rol cómplice y totalmente pasivo de las conducciones mayoritarias (radicales, peronistas y kirchneristas) frente a un ajuste educativo cada vez más profundo. Si el movimiento estudiantil hoy está totalmente disgregado y no puede pegar como un solo puño es por la política de estos espacios patronales que utilizan a los centros de estudiantes y federaciones para contener las luchas y conflictos, no para impulsarlas y darles dinámica.
Reclamar y exigir al gobierno, por medio de todos los centros de estudiantes y federaciones, la aparición con vida de Facundo Castro nos parece una cuestión que debe estar en cualquier instancia que se realice hoy, porque una desaparición más en democracia bajo un nuevo gobierno peronista no puede dejarse pasar. Muchas pruebas apuntan al ocultamiento consciente de elementos que serían claves para saber dónde estuvo Facundo. El gobierno es responsable de que estas maniobras, y también las amenazas y presiones sobre la familia, ocurran y permanezcan impunes.
Exigir la apertura de las paritarias ya de docentes y no docentes y que se respeten y cumplan las cláusulas gatillo. Son quienes probablemente más han sufrido la virtualización forzosa, porque además de las malas condiciones les trajo aparejada una flexibilización laboral realizando tareas que no les corresponden y sin horarios claros. Sumado a esto decimos basta de docentes ad honorem que trabajan gratis. Reiteramos que la plata está y le exigimos al gobierno que apruebe el proyecto de ley que cobra un impuesto a las grandes fortunas.
Apoyamos incondicionalmente la rebelión del pueblo estadounidense que se moviliza contra el racismo y el ajuste de Donald Trump y exigiendo justicia por George Floyd. Llamamos a movilizar el 27 de agosto a la embajada yanqui.
Luego de dos años de su tratamiento en el Congreso, seguimos exigiendo que se apruebe el proyecto de ley de la Campaña por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Y reclamamos la separación de la Iglesia y el Estado.
La juventud sufre el ajuste educativo y también el laboral, siendo el sector más precarizado y que más ve sus derechos vulnerados. La unidad obrero-estudiantil es esencial en la perspectiva de enfrentar el ajuste del gobierno y a las empresas explotadoras. Organicémonos para salir a luchar.