Escribe Luis Díaz, dirigente de Izquierda Socialista/ FIT-Unidad, Santa Cruz
Ante el fracaso de las medidas tomadas por el gobierno provincial frente a la pandemia y por la bronca entre el personal de la salud y el conjunto de la población, la situación del ministro de Salud se hizo insostenible para el gobierno de Alicia Kirchner. Desde Izquierda Socialista reiteramos el reclamo de medidas de fondo ante la emergencia y alertamos a la población sobre estos cambios de figuritas que no traen ninguna solución. Cambian al ministro para no cambiar nada.
Luego del surgimiento de los primeros casos en marzo se anunciaron múltiples medidas que intentaban mostrar que la provincia estaba preparada para un brote mayor. Desplegaron carpas en destacamentos del Ejército, hospitales modulares y anunciaron compras de instrumentos, que nadie vio.
Mientras, no les pagaron el bono de Nación a todos los trabajadores de la salud y la población les tiene que llevar agua para que se hidraten, en medio de un brote que los tiene sobrecargados de tareas y sin descansar desde hace meses, ya que nadie puede tomarse un franco. Con los contagios, el personal se ve cada vez más diezmado. Por si esto fuera poco, con un decreto caprichoso se intentó poner paños fríos a la crisis del hospital de Río Gallegos, donde el brote tiene el epicentro. Lo único que se hizo fue echar nafta al fuego. Se entregaba un bono donde se reconocían cargos políticos, con 25.000 pesos, y se dejaba afuera al resto del personal de la salud. No era para todos los del equipo de salud del hospital. Esto catapultó asambleas autoconvocadas que terminaron por echar al ministro. Un párrafo aparte merece el escándalo de la jefa de epidemiología a cargo de la crisis en la provincia, que contrataron en Tucumán, sin experiencia previa y cuyos antecedentes laborales estaban en la medicina estética.
Llamamos a apoyar al personal de la salud. Exigimos al gobierno que atienda los reclamos de los que hoy están en la primera línea de fuego. Que se tomen todas las medidas necesarias para contener la pandemia. Que se conformen comisiones de crisis en las que participen trabajadores de la salud. Que el bono de salud sea para todos los trabajadores. Y que se constituya de manera inmediata un impuesto extraordinario a las mineras, las pesqueras, las gasíferas y los grandes supermercados para conformar un fondo de emergencia y de allí poder hacer frente a este contexto de crisis sanitaria. Plata para salud, no para las grandes empresas y multinacionales ni para la deuda externa.