El jueves 15, a la medianoche, el doctor Alejandro Vega regresaba con la ambulancia al hospital cuando fue atacado por una persona que intentó matarlo tras efectuar tres disparos. El agresor, según el fiscal, es familiar de un fallecido por Covid-19. El Socialista entrevistó al doctor Fabián Torres, compañero de trabajo de Vega.
ES–¿El ataque al doctor Vega fue provocado por familiares de un paciente que falleció de Covid-19?
F.T.–Sí, eso es lo que determinó la investigación del fiscal. En menos de cuarenta y ocho horas, gracias a la movilización, se detuvo a un joven que fue acusado por el delito de tentativa de homicidio doblemente agravado por el uso de arma de fuego y por alevosía. Estamos tristes, preocupados, porque puede volver a suceder. Necesitamos que la Justicia actúe con celeridad y que dicte una condena ejemplar. No podemos creer que alguien encargado de cuidar la vida de los pacientes, en estado de pandemia, ponga en riesgo su vida no tan solo con el Covid-19, sino porque aumentó la violencia desde que se inició la pandemia.
ES–¿Cómo está la situación sanitaria en la provincia?
F.T.–Río Negro es la sexta provincia del país con más contagios y la primera en la Patagonia, con casi cinco mil casos activos. Desde agosto que venimos con el sistema de salud colapsado en la zona del Alto Valle, con terapias colmadas en los hospitales de mayor complejidad por Covid, las situaciones más graves se resuelven con derivaciones. Hubo casos en que se debieron trasladar pacientes a Viedma, a más de 500 kilómetros de distancia, y a Buenos Aires por no encontrar camas en las ciudades cercanas ni en la capital neuquina.
ES–¿En qué condiciones laborales y sanitarias están afrontando la atención de las distintas enfermedades y, específicamente, el Covid?
F.T.–Nuestro hospital es de complejidad II y está equipado para urgencias y emergencias y realizamos derivaciones de casos críticos. Actualmente somos tres profesionales médicos que realizamos guardias activas de veinticuatro horas y dos especialistas que solo realizan consultorios. Enfermería se vio afectada por licencias por enfermedades preexistentes y por contagios de Covid. Tuvimos una semana sin servicio de mucamas y también se vio resentido el personal de choferes y administrativos por el Covid. Desde marzo venimos trabajando sin descanso con escasos recursos humanos, con insumos insuficientes e infraestructura inadecuada para este nuevo escenario de la pandemia. Y ahora se suma la falta de seguridad, que expone doblemente nuestras vidas en la búsqueda de algún culpable del coronavirus. Los culpables son los gobiernos que beneficiaron a los grandes sectores empresariales y no destinaron el presupuesto necesario para salud para enfrentar el Covid.
ES–¿Qué lograron después de la asamblea?
F.T.– Nos organizamos rápidamente horas después de este hecho repudiable y en asamblea exigimos la presencia de las autoridades municipales y provinciales para conseguir justicia por el colega atacado, seguridad para nuestro hospital, mayor personal, insumos y una dirección visible, al haber fallecido por Covid la directora. Conseguimos con nuestra unidad, y el apoyo de la comunidad, la seguridad para el hospital y para nuestro compañero Alejandro, que ya se encuentra en su casa, la detención del agresor y el nombramiento de una directora. Aún nos quedan demandas no satisfechas que hacen a nuestros derechos como trabajadores, ya que seguimos batallando solos y sin el apoyo de las autoridades provinciales y nacionales. Por lo menos en estos días algo cambió, ya que permanecemos en estado de alerta y asamblea y apostamos a que con la lucha y la unidad conseguiremos nuestros derechos.