Escribe Marcela Martin, delegada Hospital Colonia Santa María- Punilla
El paro con asistencia a los lugares de trabajo convocado por la Multisectorial de la Salud, se dio con dispar acatamiento entre los distintos hospitales públicos de toda la provincia, pero en general fue bueno, reflejando la bronca del sector salud, ya que ATSA y el SEP (empleados públicos) no llamaron a parar y por eso en el sector privado fue más débil. Los trabajadores utilizaron la jornada para hacer carteles y para reforzar la convocatoria en las redes. Por la tarde esto se reflejó en las caravanas de varias ciudades del interior y principalmente en las calles de la ciudad de Córdoba donde arrancó con 400 autos. A su paso se fueron sumando más vehículos que llegaron a cubrir unas 20 cuadras en doble fila, mientras los integrantes del equipo de salud recibíamos la solidaridad y los aplausos de los transeúntes desde veredas y balcones. Izquierda Socialista sumó su solidaridad acompañando a Salud en Marcha. Luego de recorrer casi 50 cuadras realizamos un acto frente al “Panal” (Casa de Gobierno) allí los oradores denunciamos a Schiaretti y a su ministro de salud Diego Cardozo, se reclamó una salud pública, gratuita y de calidad, un salario básico de 50 mil pesos, la incorporación de personal, el pase a planta permanente de los precarizados, el cese de persecuciones, aprietes, y que se nos provea de todos los elementos de protección en cantidad y calidad suficiente, entre otras reivindicaciones. Al finalizar, la frase mejor recibida fue aquella con la que cerré el acto: Si no hay respuestas, el 20 de noviembre acompañando la jornada nacional de lucha, lo repetimos con más fuerza.
Desde salud, le hemos dicho basta al gobierno nacional, al provincial y a los municipales que prefieren pagarles a los usureros sus deudas externas, antes que resolver la pandemia, el salario y la protección de los trabajadores. Fue un buen paro y una mejor caravana, pero si no hay respuestas favorables y nos obligan a volver a salir, debemos garantizar asambleas en hospitales, clínicas y demás dependencias, para que la medida sea contundente.
La multisectorial tiene el gran desafío de mantener su unidad ante los intentos, hasta ahora fallidos, del gobierno por romper esta coordinación, haciendo propuestas a las agrupaciones o sindicatos para dividirnos. Debemos concretar un plan de lucha para lograr, que esta crisis no la continuemos pagando los trabajadores.