Escribe Guillermo Sánchez Porta
El país sigue, como una telenovela o un programa de chimentos, las chicanas entre Fernández y el peronismo contra Larreta y Juntos por el Cambio por “la presencialidad” en las escuelas porteñas. Pero a ninguno le interesa la educación pública.
Esta pelea desnuda la mentira de la “independencia de poderes” entre el judicial y el ejecutivo, porque cada sector busca a “su juez” para que le dé la razón. Un día “la Justicia” dicta la presencialidad, otro la virtualidad y a la hora da marcha atrás. En el medio están las familias trabajadoras que no saben qué pasará en las escuelas públicas al día siguiente. Mientras que los dueños de las grandes escuelas privadas y las familias que llevan a sus hijos allí no dudan en salir a las calles para que no haya clases virtuales.
Afortunadamente, la amplia mayoría de la docencia porteña está en lucha por el cuidado de la salud y la vida y los paros de Ademys y UTE son masivos. Es que el gobierno de Fernández tuvo que reconocer que teníamos razón cuando denunciamos que la principal causa de la explosión del Covid-19 era el regreso a las clases presenciales, poniendo en movimiento al encuentro con el virus a millones de personas (ver nota en El Socialista N° 496 https://bit.ly/3abkalv). El mismo presidente y sus ministros, que hace una semana nos atacaban, ahora repiten nuestros argumentos. Es que el colapso sanitario en el AMBA parece incontenible porque no se tomaron las medidas necesarias.
Larreta y Juntos por el Cambio se pusieron la camiseta de “defensores de la educación” y por eso reclaman la presencialidad. ¡Qué caraduras! Son los mismos que durante todo el gobierno de Macri y años de PRO en CABA atacaron a la educación pública, impusieron su privatización, dejaron a miles de alumnos en las calles, cerraron escuelas nocturnas y rurales y hace solo un mes achicaron el presupuesto educativo de CABA. ¡No tienen vergüenza! No les interesa la educación sino ganar votos de familias que no saben cómo hacer para sostener la virtualidad sin plata. Quieren que no se cierren escuelas para que nadie falte a trabajar y ningún empresario pierda plata, aunque se sigan llenando los hospitales de pacientes con Covid.
Por su parte, lo de Fernández y el peronismo también es una fachada política, totalmente insuficiente, que no está al servicio de la salud y la educación. Si la preocupación fuera la salud no se entiende por qué no avanza con la vacunación masiva y la virtualidad no se instala en casi todo el país. El índice de contagios supera los 150 cada 100.000, clasificación epidemiológica que el propio gobierno da como referencia. Al contrario, solo lo decreta en el AMBA, donde ya estamos colapsando, y no en Buenos Aires ni en las decenas de provincias que lo superan.
Pero tampoco les interesa la educación. No han repartido a todos los estudiantes y docentes computadoras o celulares para que puedan estudiar en virtualidad. Ni resuelven la falta de conectividad, dejando a miles sin educación. El gobierno de Kicillof dice que las escuelas estarán abiertas con wifi para que los chicos puedan ir a conectarse para estudiar. ¿En qué quedamos, van o no van? También pide que los negocios y comercios pongan wifi libre. ¿Por qué no decreta la gratuidad para estudiantes y docentes para la conectividad para las clases? Porque no quiere que las telefónicas pierdan plata.
Tampoco se nombran docentes para los cargos faltantes. Hay alumnos sin profesores y docentes sin trabajo. ¡Que los nombren ya! Y los salarios están por debajo de la línea de pobreza. ¿Dónde está el interés del gobierno en la educación? ¡Hace falta un inmediato aumento de salarios para que la docencia salga de la línea de pobreza!
Hay que salir a reclamar por la virtualidad en todo el país, con insumos y conectividad gratuita. Vacunación para todos, docentes y familias trabajadoras, para acabar con esta situación insoportable. Nombramientos de docentes y aumento salarial. Estas medidas son necesarias para defender la salud y la educación.