Escribe Guillermo Sánchez Porta
El lunes 7 de junio se realizó una reunión de la Mesa nacional del Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC) abierta a los sectores en conflicto y antiburocráticos, para que se sumen a la jornada nacional de lucha que habíamos decidido convocar.
En la declaración del PSC decíamos “la segunda ola de la pandemia ha agravado cualitativamente la crisis social que descargan sobre trabajadores y sectores populares. Esto es consecuencia de la política gubernamental de priorizar las ganancias empresarias, por exigencia de las patronales, manteniendo la actividad económica que convierte a las fábricas, las escuelas y el transporte en factores que aumentan gravemente la circulación del virus y las muertes en los lugares de trabajo […] La vacunación avanza a paso de tortuga y es un reclamo de numerosos gremios. Al mismo tiempo se dan despidos como en EMA, Cobra y Polymont, el Hospital Larcade, ArreBeef, ferroviarios tercerizados o cierres como la Clínica San Andrés.
La ayuda social, siempre insuficiente, se redujo aún más. El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), por ejemplo, fue reemplazado por aumento de la tarjeta Alimentar. El llamado “gasto Covid” es una aspirina para el cáncer de la pobreza, que ya alcanza a cerca de la mitad de la población y crece al ritmo de la desocupación, del recorte de salarios y jubilaciones. Los planes sociales son una miseria, las fábricas bajo gestión obrera son castigadas con tarifazos. La mayoría de las escalas salariales orillan la línea de pobreza y el Salario Mínimo Vital y Móvil, igual que las jubilaciones, se encuentran por debajo de la línea de indigencia.
Claramente, la prioridad “económica” del gobierno de los Fernández (en lo que coincide con Juntos por el Cambio) es cumplir con el ajuste que reclama el FMI para renegociar el pago de la deuda externa. La colaboración de las burocracias sindicales de la CGT y las CTA, para imponer esta política anti salarial, es fundamental, son firmantes de paritarias a la baja, en cuotas, sin cláusulas de actualización. Aíslan las luchas y son cómplices, mantienen un “pacto social” no escrito con el Gobierno.
Pese a esto, se han desarrollado conflictos autoconvocados o dirigidos por direcciones combativas, que han logrado aumentos superiores a la pauta como el Sutna o los trabajadores de la salud de Neuquén, entre otras. Las luchas de la docencia, de los choferes de la UTA, de los vitivinícolas, de los trabajadores de la Salud, de sectores tercerizados, del movimiento piquetero, entre muchas otras, tuvieron entre sus reivindicaciones centrales la recomposición salarial y la vacunación.”
En la reunión abierta del lunes, donde estuvieron decenas de dirigentes, delegados y luchadores que aún no se han integrado al PSC, se definió converger en la Jornada del 11 de junio. Allí confluirán sectores que han convocado a paro y caravana, como los docentes de Suteba Multicolores y Ademys. Delegaciones de Unidad Piquetera que concentrarán en Desarrollo Social. Tercerizados y despedidos que cortarán Puente Pueyrredón. Trabajadoras de Casas Particulares. Y todos convergeremos a las 13 horas en el obelisco para marchar a Plaza de Mayo con el PSC. Además, en varias provincias se realizarán acciones unitarias.
Llamamos a todos los trabajadores y luchadores a sumarse a esta jornada contra el plan de ajuste y la ruptura con el FMI. Por salarios, vacunas para todos, ayudas sociales, trabajo y reincorporación de los despedidos. La unidad en las luchas es fundamental para su triunfo. Que esta jornada sea otro paso a esa unidad y a fortalecer la lucha por una nueva dirección democrática, combativa y clasista.