Escribe Pablo Almeida, legislador CABA Izquierda Socialista/FIT Unidad y delegado general ATE Ministerio de Economía
El pasado jueves 8 de julio presentamos en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un proyecto en apoyo a la lucha de los trabajadores del hospital Garrahan y en rechazo a las persecuciones que sufren por defender sus derechos. Las trabajadoras y los trabajadores de los distintos sectores del hospital se encuentran llevando adelante un plan de lucha que incluye paros, marchas y otras actividades reclamando un aumento de 50% en una sola cuota, salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, medida por la junta interna de ATE Indec hoy en 99.930 pesos, y que se reconozca la insalubridad hospitalaria.
No sorprendió que el bloque mayoritario de la Legislatura, compuesto por los sectores que apoyan al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta (PRO, UCR y Coalición Cívica) diera la espalda al proyecto que presentamos con mi compañera Mercedes de Mendieta y negara su tratamiento sobre tablas. Tampoco asombró el silencio cómplice del bloque del Frente de Todos.
Es que con el Garrahan no tienen ninguna grieta. El consejo directivo del hospital está compuesto tanto por funcionarios del Gobierno de la Ciudad como del gobierno nacional, y ahí no hay grieta a la hora de hambrear y perseguir a los trabajadores. Se ponen de acuerdo muy fácilmente cuando se trata de eso.
Mientras tanto, las trabajadoras y los trabajadores luchan contra los efectos de una inflación que diezma día a día los salarios. El acuerdo de 35% en cuotas, firmado por el consejo de administración y UPCN, significa una sensible rebaja salarial. Son las trabajadoras y los trabajadores del hospital quienes estuvieron en primera línea en medio de la pandemia a lo largo de este último año y lo han hecho incluso con salarios por debajo del costo de la canasta de pobreza y en condiciones laborales completamente precarias.
La “esencialidad” definida por el gobierno a la tarea del personal de salud omite que los salarios de los trabajadores también son esenciales, tanto para ellos como para sus familias. El consejo de administración, que no dio respuesta a este reclamo, se limitó a perseguir a los compañeros y cuestionar el derecho a huelga amenazando con descuentos y sanciones disciplinarias. Lejos de acobardar a los compañeros, este atropello patronal antidemocrático y antisindical será respondido con un contundente paro.
La lucha del Garrahan es de enorme importancia para los trabajadores en general y para los de la salud en particular. Es una continuidad de la pelea de los trabajadores de la salud neuquinos, ya que con sus métodos, asambleas, cortes de rutas y paros, allanaron el camino que hoy recorren masivamente enfermeras, instrumentadoras, técnicos, auxiliares y demás trabajadores del Garrahan. Es clave apoyarlos frente a los aprietes del consejo del hospital y apuntalar su lucha aportando al fondo de huelga para que los descuentos en los salarios de las y los que luchan no debiliten la pelea.
Desde Izquierda Socialista/FIT Unidad seguiremos poniendo nuestras bancas en la Legislatura y en el Congreso nacional para que esta lucha derrote la política de ajuste sobre las trabajadoras y los trabajadores de ambos gobiernos, tanto el nacional como el de la Ciudad.