Escribe Cristian Luna, secretario general del sindicato tucumano de enfermería (SITE) y candidato a diputado nacional, por Izquierda Socialista/FIT Unidad
Manzur es un viejo conocido del pueblo tucumano. Entre distintas funciones en su carrera política, asumió el Ministerio de Salud de la provincia cuando José Alperovich era gobernador en el año 2003. Los medios, al momento de su asunción como jefe de gabinete de Alberto Fernández, reseñaron como parte de su “brillante” currículum, cómo habían bajado la mortalidad infantil y la desnutrición durante su gestión ministerial. La verdad es bien distinta. Manzur sub registró las muertes de niños nacidos vivos con bajo peso (menos de 2.500 gramos) registrándolos, si morían, como muertos por aborto y no como nacidos vivos que luego fallecían. Bajó así, en forma ficticia, la mortalidad infantil, un indicador universalmente aceptado. Además, alteró a la baja las tablas de registro de peso y talla en relación a la edad, por lo que, al hacerlo, mágicamente hizo desaparecer la desnutrición infantil. Durante su gestión no hubo un plan serio para atacar de lleno el gravísimo problema de desnutrición y mortalidad por bajo peso que ocurría en el post parto, sino que mintió y barrió bajo la alfombra con índices mentirosos lo que pasaba en Tucumán.