Escribe Guillermo Sánchez Porta
Aún con la pandemia, el 2021 tuvo importantes luchas. En ellas se fueron fortaleciendo los nuevos dirigentes. El Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC) se consolida como polo de coordinación de los luchadores anti burocráticos.
El PSC estuvo al frente de la pelea contra las consecuencias de la pandemia y el ajuste. Impulsamos y participamos en las luchas de Cicop y de los trabajadores de la salud, vanguardia en la pelea en todo el país. La “rebelión de los elefantes” en Neuquén, fue una lucha autoconvocada por los trabajadores de salud, con huelga y cortes de ruta por 45 días, contra el acuerdo que firmó la burocracia de ATE y gremios estatales. Lograron un triunfo ejemplar, mostrando que los burócratas son el freno a los reclamos. También con los ceramistas de Neuquén dimos fuertes luchas para sostener las fábricas recuperadas.
El PSC tomó con fuerza la campaña de vacunas para todas y todos. Denunciamos los negociados de los laboratorios multinacionales y exigimos la incautación de millones de dosis de vacunas que se fabrican en mAbxience en Garín, Buenos Aires, movilizándonos a la puerta del laboratorio.
Fuimos parte de las luchas docentes en todo el país, como el reclamo contra la presencialidad en plena pandemia. Denunciamos los acuerdos de Fernández, Trotta y los gobernadores para el regreso sin cuidados ni protocolos para docentes y alumnos. Por el fuerte paro de Ademys y los Suteba Multicolores, por fuera de la burocracia de Ctera, Fernández tuvo que desautorizar a Trotta y retroceder en el AMBA. También estuvimos con los paros docentes de Santa Cruz, Chubut, La Rioja, Salta y otras provincias.
Estuvimos con los ferroviarios del Sarmiento y el Sutna, que se plantaron exigiendo protocolos de prevención y estuvieron al frente de los reclamos laborales y salariales. Los del neumático lograron un importante aumento, por encima de los techos que pusieron el gobierno, las patronales y la burocracia sindical.
Hicimos plenarios y coordinamos decenas de luchas con sectores que no integran aún el PSC. Hicimos actos, marchas a Plaza de Mayo, cortes, por Just, portuarios, telefónicos, Satsaid, Sipreba, AGD-UBA, aeronáuticos, Latam, Garrahan, médicos residentes, La Nirva, Garbarino, Branca, judiciales, tercerizados de EMA, Bimbo, Clínica San Andrés, Líderes, Comahue, Polymont, MCM, Argen Cobra, Luminitex, marítimos, autoconvocados de UTA, Larcade, San Andrés, Arrebeef, Naiberguer, Inter Juntas de ATE, entre tantas otras. Con la rebelión en Chubut contra Arcioni y la megaminería, con docentes y estatales. Los vitivinícolas de Mendoza, los vecinos de Guernica y diferentes tomas y luchas en varias provincias. Hicimos importantes actos y movilizaciones conjuntas con los movimientos sociales y piqueteros combativos, de la Unidad Piquetera.
Cerramos el año convocando a la enorme movilización a Plaza de Mayo contra el FMI, por el no pago de la deuda externa y contra el ajuste y la flexibilización laboral. Planteamos, como todo el año, que la crisis no la paguemos los trabajadores, sino el FMI, las multinacionales y los grandes empresarios.
En este año recomenzaron las convocatorias a elecciones sindicales. Logramos sostener al sindicalismo combativo donde dirigimos, y ganar nuevos sindicatos e internas. Se ganó en Sutna, logramos recuperar ATEN de Neuquén Capital, ganar Cicop y en internas del Italiano, Mercante y otros. Retuvimos Adosac Pico Truncado y San Julián, la minoría en telefónicos, somos parte de internas en portuarios como Exolgan, en sindicatos y delegados municipales, impedimos la impugnación de las listas Bordó en ferroviarios, y un gran etcétera. Es decir, consolidamos las conducciones combativas y avanzamos.
No dudamos que en 2022 la unidad y coordinación de los que luchan seguirán siendo tareas fundamentales. Llamamos a dar batalla para mantener las conducciones combativas y ganar nuevos espacios para la democracia sindical y la lucha; a no dividir fuerzas y seguir fortaleciendo el único polo nacional de coordinación de los que luchan, el Plenario del Sindicalismo Combativo. Para enfrentar unidos la política de ajuste y flexibilización. Para echar a las burocracias y construir una nueva dirección clasista, democrática y combativa en la clase trabajadora.