Luego de dieciocho años al frente de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), Antonio Caló fue desplazado. Todos sus mandatos fueron signados por un manejo burocrático del gremio y pro-patronal, dejando aisladas las luchas como la de GRI Calviño y negociando paritarias a la baja.
En la interna sindical se metió la crisis del peronismo, Caló, cercano a Alberto Fernández y debilitado por el ajuste, será reemplazado por Abel Furlán, vinculado al kirchnerismo y parte de la burocracia sindical de la UOM Zárate-Campana.
Furlán lleva catorce años a la cabeza de su sección, fue diputado nacional entre 2015 y 2019 por el Frente para la Victoria y tiene estrechos lazos con la patronal de Techint.
Esta “nueva” conducción es un recambio dentro de la burocracia, electa por elecciones indirectas del aparato sindical de la UOM. Como secretario adjunto asume Naldo Brunelli, un histórico peso pesado de la UOM que conduce la seccional San Nicolás del gremio.
Las y los trabajadores metalúrgicos no pueden sembrar expectativas entre quienes vienen entregando conquistas sindicales y salariales a pedido de las patronales. Caló, que seguirá en su cargo de la CGT, y Furlán, son dos caras de la misma moneda.