Escribe Claudio Funes
En la última sesión especial de la Legislatura de CABA, solo las bancas de La Libertad Avanza, de Javier Milei, y Republicanos Unidos, de Ricardo López Murphy, no apoyaron el repudio al Terrorismo de Estado, que provocó 30.000 desaparecidas y desaparecidos.
Los cinco integrantes del bloque “libertario”, Ramiro Marra, Rebeca Fleitas, Lucía Montenegro, Leonardo Saifert y Oscar Zago, y los “republicanos” (integrantes de Juntos), Roberto Garcia Moritán y Mariana Kiesnat, votaron contra la iniciativa.
Marra relanzó el viejo argumento de que hubo “excesos cometidos por las Fuerzas Armadas, y deben condenarse con el mismo rigor a los integrantes de los grupos subversivos”. Rebeca Fleitas también rememoró que: “Se habla de una parte de la historia, intencionalmente selectiva” y se victimizó porque los llaman “negacionistas y fachos”.
Sus argumentos y posiciones son, ciertamente, de la derecha. También lo son los esgrimidos por otros miembros de la lista electoral de Milei que apoyan a los militares genocidas. Imposible pensar en una casualidad, La Libertad Avanza es un partido de la derecha más reaccionaria.
Con Javier Milei a la cabeza dicen ser defensores de las libertades individuales; pero atacan al feminismo y se oponen al aborto. Exigen “libertad” para que los grandes patrones y multinacionales no paguen impuestos, para que despidan sin indemnizar, para flexibilizar, para acabar con los derechos de huelga y sindicalización y bajar los salarios y las jubilaciones. Una visión ultraconservadora.
En el Congreso reclaman un ajuste feroz al pueblo trabajador. Por eso Milei reivindica a Videla y a Pinochet. Este pensamiento es el que lo llevó a ser asesor del genocida Antonio Bussi, condenado por delitos de lesa humanidad, cuando este fue electo Diputado Nacional en 1999.
Junto a Macri, Milei reivindica a Menem y también a Cavallo, de quien dijo que fue el mejor ministro de Economía de la historia, cuando su plan económico generó una masa de desempleados estructural, e impidió que millones de jóvenes pudiesen conseguir trabajo o que, si lo lograban, fuera en condiciones de precariedad extrema.
Esta cercanía en sus programas con Macri hace posible un acuerdo entre ambos, “Macri tiene un discurso liberal clásico por lo que no tendría problemas de que formara parte de nuestro espacio si él lo desea”. Incluso, Javier Milei afirmó: “El armado que tiene ahora Juntos es de centro izquierda”.
Más allá de que estas definiciones pueden causar gracia a algunos, son posiciones políticas que marcan su norte. El menemismo no solo es recordado por su show mediático, sino también por ser una de las épocas más oscuras de la democracia patronal.
El alza en las encuestas del espacio de Milei, y las perspectivas de cara al 2023, abren la posibilidad a una unidad electoral de ese sector patronal (“Juntos” y “Liberales”), como expresó el propio ex presidente, o a una disputa sobre la misma base electoral.
El gobierno del macrismo está fresco en el recuerdo, pero ambos sectores buscan “legitimar,” con el apoyo electoral, el mega ajuste que proponen. No te dejes engañar. El espacio de Milei, sencillamente, pretende descargar la profunda crisis capitalista sobre la juventud, las mujeres, los trabajadores y el resto de los sectores populares.