Escribe Mercedes Trimarchi, legisladora electa CABA por Izquierda Socialista/FIT Unidad
La policía de la ciudad de Buenos Aires reprimió el pasado 11 de abril a trabajadoras y trabajadores del cine, mientras se movilizaban frente al Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) en reclamo de mayor presupuesto para el desarrollo del sector audiovisual. Bajo la consigna “Esta gestión no va más. Están matando al cine argentino”, el Colectivo de cineastas convocó a movilizarse exigiendo la renuncia de Luis Puenzo, quien tras dos años al frente del Incaa no resolvió ninguna de las problemáticas del sector.
En una carta enviada al Ministro de Cultura, Tristán Bauer, el Colectivo de cineastas enumeró las razones de su pedido: “En sus más de dos años de gestión no modificó el Plan de Fomento impuesto en el gobierno de Macri que concentra la producción cinematográfica en las productoras más grandes radicadas en AMBA, no llevó adelante políticas que impulsen la producción de cine en las Provincias, no estableció ninguna medida tendiente a revertir las enormes desigualdades de género a la hora de dirigir u ocupar roles centrales en los equipos técnicos (incluso afirmó públicamente y sin sonrojarse que nunca vio conflictos reales de género en cine), no se puso a la cabeza ni acompañó el reclamo del sector por la inminencia de la caducidad que implica el desfinanciamiento del área que conduce.”
La comunidad audiovisual viene reclamando contra la eliminación de las asignaciones que aportan al sostenimiento del mismo Incaa, el Fondo de Fomento Cinematográfico, el Instituto Nacional del Teatro (INT), el Instituto Nacional de la Música (INAMU) y bibliotecas populares de todo el país. Esas asignaciones caducarán en diciembre de este año según lo establece la Ley 27.432 que se sancionó en 2017 y que, de no prorrogarse, desfinanciaría aún más la producción nacional cinematográfica.