Escribe Adolfo Santos
El staff del Fondo Monetario Internacional que monitorea el acuerdo firmado con el gobierno del Frente de Todos, acaba de publicar un informe plagado de mentiras sobre la situación de las y los jubilados. Lo que dice el FMI es un disparate intencional para exigirle al gobierno más ajuste del que ya viene sufriendo el sector. Saben que el gobierno peronista es dócil con el poder económico y duro con los sectores más vulnerables, como demostró al cambiar la ley de movilidad jubilatoria por sumas fijas establecidas por debajo del índice inflacionario.
Los funcionarios fondomonetaristas dicen que en Argentina hay muchos jubilados en relación al total de adultos mayores, y que el sistema previsional paga haberes muy altos comparados con otros países. Sin pruebas que lo demuestren, el informe sostiene que el sistema previsional tiene una “amplia cobertura y beneficios generosos”, con haberes que representan el 90% de lo que el jubilado percibía en actividad. A partir de eso, sugiere “elevar la edad jubilatoria, achicar el número de beneficiarios, eliminar las moratorias y reducir los haberes jubilatorios”.
Es un informe insultante para los jubilados y jubiladas cuyo, haber promedio para quien aportó treinta o más años equivale apenas al 65% de lo que recibe un trabajador en actividad, y la mayoría de los seis millones de jubilados recibe el haber mínimo, muy lejos de las mentiras del FMI. ¿De qué “beneficios generosos” habla el Fondo cuando 4,5 millones de jubilados y jubiladas reciben miserables 32.630 pesos, apenas un tercio del costo de la canasta de necesidades básicas para ese sector, que es de 97.238 pesos según la Defensoría de la Tercera Edad?
El informe del FMI constituye un verdadero ataque a los jubilados y jubiladas para presionar por un ajuste mayor. Desmiente al gobierno peronista y al propio presidente Alberto Fernández, quienes repitieron hasta el cansancio que “el acuerdo con el Fondo no contempla ajustes ni reforma previsional o laboral” y que se trata de un “entendimiento inusual sin políticas de ajuste…”. Miente el FMI en su informe y miente el gobierno al decir que el acuerdo no traerá más ajustes y sufrimientos al pueblo trabajador.
La destrucción del haber jubilatorio y su reducción a niveles de miseria y de indigencia se ha ido consolidando en los últimos años. La política económica del gobierno, atada al acuerdo con el Fondo y con una inflación descontrolada, tenderá a profundizar esta penosa situación. Es necesario mantener una lucha consecuente y unitaria por la anulación de ese acuerdo y la suspensión del pago de la deuda para destinar esos fondos a pagar jubilaciones del 82% móvil, recomponer toda la escala jubilatoria y exigir que la jubilación mínima, sea igual al costo de la canasta básica del sector.