Escribe Guido Poletti
El gobierno de Alberto Fernández acaba de anunciar un nuevo bono de 12.000 pesos destinado a los jubilados y jubiladas que perciben hasta dos haberes mínimos. O sea que lo percibirán quienes cobren hasta 65.260 pesos.
Esto, una vez más, no resuelve ni de lejos el drama de las jubilaciones de miseria. Y la constante pérdida del poder adquisitivo de todas y todos quienes las perciben.
Trimestre a trimestre, las y los jubilados vienen perdiendo frente a la inflación, porque en la fórmula jubilatoria, explícitamente, se obvió esta variable, para cumplir con el ajuste que terminó siendo firmado con el FMI. Además de continuar achatando la pirámide (para todos quienes perciben más de 65.260 pesos no hay nada), y de que estos bonos no se cuentan para los futuros aumentos trimestrales. Lo volvemos a repetir, hay que terminar con los bonos de miseria. Lo que se necesita es un aumento de emergencia, generalizado, para que la mínima pase a cubrir la canasta de la tercera edad, valuada en 97.238 pesos. Y, a partir de ese valor para la jubilación mínima, aplicar el 82% móvil.