Escribe Adriana Astolfo, secretaria adjunta Adosac Pico Truncado, Naranja-Docentes en Marcha
Desde julio la docencia santacruceña con Adosac está en plan de lucha, con paros, movilizaciones, actos, acampes, radios abiertas, caravanas y diferentes formas de lucha. Reclamamos al gobierno kirchnerista un aumento salarial real y frenar las medidas de ajuste y reforma educativa. Y venimos de derrotar, semana tras semana, a la burocracia Lila que quiere pactar con Alicia Kirchner.
La docencia de Santa Cruz tiene salarios debajo de la línea de pobreza. El inicial es de 76.000 pesos. El gobierno implementó un ajuste y reforma donde avanza la flexibilización laboral docente y el vaciamiento de los contenidos educativos en secundaria y la improvisada quinta hora extendida.
Por eso reclamamos un aumento salarial que recupere lo perdido, en camino a la canasta familiar, y cláusula gatillo mensual permanente. No, como ofrece ahora el gobierno para que levantemos el paro, solo por dos meses. Exigimos que no haya ningún despido por hacer paro, la devolución de los descuentos y ningún cargo precarizado.
El gobierno de Alicia Kirchner, defensor del Frente de Todos y del acuerdo con el FMI, está decidido a aplicar el recorte salarial y presupuestario. Santa Cruz es de las provincias más ricas y con mayores ingresos por la entrega de los recursos naturales, petróleo, mineras y pesqueras, a las multinacionales. Concentró el 45,2% de las exportaciones de oro y los funcionarios se jactan de que es la provincia que más dólares genera. La lucha es dura, porque enfrenta directamente los planes de ajuste del kirchnerismo provincial y del Frente de Todos nacionalmente.
Mientras estuvimos de paro hubo once provincias con docentes parando en el resto del país. Pero la conducción kirchnerista de Ctera, de Alesso y Baradel, en vez de unificar, las mantuvo aisladas, dejando que los gobiernos atacaran una a una.
La conducción provincial de Adosac, la lista Lila, se ha convertido en una nueva burocracia que, en vez de ponerse al servicio de la lucha y los reclamos docentes, está jugando a desgastarnos y pactar con el gobierno. Cada semana de lucha se la hemos tenido que arrancar, con las asambleas de las filiales como Pico Truncado y San Julián y otras donde incluso dirige la Lila, mostrando la voluntad de lucha de la base docente. La conducción Lila siempre tira para atrás y realiza congresos provinciales que duran más de doce horas, tratando de convencernos de votar “cobrar a cuenta”, levantar los paros y seguir negociando. Esta fórmula tramposa se usó por años, pero ahora la docencia descubrió la trampa y resuelve que no se acepta nada sino se cumplen ciertos condicionamientos, como la devolución de los días de paro.
Esta semana los Lilas se pasaron de rosca. Pese a la votación clara y escrita del Congreso, firmaron un “acuerdo” con el gobierno. Cuando la docencia lo supo, comenzó una verdadera rebelión en las redes, insultando y denunciando a estos burócratas. Desde nuestra filial de Pico Truncado y San Julián, ambas dirigidos por la Naranja-Docentes en Marcha, comenzamos a exigir que Adosac convoque al paro de 72 horas votado. Se debatía si, ante la traición de los Lilas, no había que cumplir la resolución del Congreso de parar. La docencia provincial tomó la posta y a las 23:30 la conducción provincial presionada sacó un comunicado con el paro de 72 horas. El gobierno salió indignado a denunciarlos también, por no cumplir lo acordado en el Ministerio de Trabajo. ¡Un escándalo!
Esta actitud de la Lila conspira contra la unidad en la lucha. Ahora es fundamental mantener la adhesión a los paros, y que los paritarios se hagan cargo o se vayan. Exigimos a la conducción provincial un congreso presencial para que las bases decidan cómo seguir. Además, que la próxima reunión con el gobierno sea con la presencia de representantes de las conducciones filiales.
También insistimos en buscar la solidaridad nacional y votar la extensión nacional de la lucha, con delegaciones que viajen a Buenos Aires a llevar nuestro conflicto.