Escribe Guillermo Sánchez Porta
El gobierno peronista del Frente de Todos sigue avanzando con el feroz ajuste acordado con el FMI contra los trabajadores, apoyado por Juntos por el Cambio y los liberfachos de Milei.
Cuentan con la complicidad de la burocracia sindical peronista, de la CGT y de las CTA, que abandonan a los trabajadores a su suerte, frenan o aíslan las luchas. Solo la bronca y la presión de los trabajadores y el miedo a que se generen desbordes y luchas por fuera de su control, los obligan a negociar aumentos a cuenta gotas, siempre por debajo de la inflación.
Por eso las luchas más fuertes e importantes son encabezadas por nuevas conducciones combativas o desbordando burócratas. Las del Sutna, los ferroviarios del Sarmiento, los docentes de Ademys, ATEN Capital, Amsafe Rosario, los ceramistas de Neuquén, estatales del Ministerio de Economía, trabajadores de la Salud del Italiano, son encabezadas por direcciones combativas y antiburocráticas, que integran en su mayoría el Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC). La de residentes médicos de CABA, docentes de Suteba Multicolores, trabajadores de Salud de Pilar y muchas provincias, docentes de San Juan y La Rioja, se auto organizan por fuera de los sindicatos burocráticos.
Este proceso de “nuevas conducciones” democráticas, de lucha, es el más importante para poder sacarnos la burocracia de los sindicatos para pelear y ganar, sin dirigentes que trancen con las patronales y los gobiernos de turno.
Los partidos de izquierda, que integramos el FIT Unidad, tenemos una intervención importante en estas luchas. Hemos conformado el PSC junto a sindicatos, seccionales, delegados y luchadores de todo el país. Desde Izquierda Socialista creemos que es fundamental esta unidad de los luchadores y la izquierda para fortalecer las luchas, echar a los burócratas y que los sindicatos funcionen democráticamente.
Pero, lamentablemente, mientras algunos partidos hablan de “unidad”, en la práctica dividen y se niegan a avanzar en eso. Ya hemos desarrollado la equivocada política del PO en el Sutna, que nunca quizo reunir al PSC ni a la izquierda. Su negativa a exigirle a la CGT el paro general en apoyo, con el criterio que “el PO puede ganar solo” o apoyado en los piqueteros. El desenlace del conflicto, afortunadamente demostró la importancia de apoyarse en los sindicatos combativos y en los partidos de izquierda para ganar. Luego el PO se negó a que el Sutna llamara a un Encuentro Nacional que reuniera miles de luchadores para fortalecer la lucha contra la burocracia, prefiriendo hacer un acto en Plaza de Mayo en el que se olvidó llamar a la unidad.
En La Rioja, donde una enorme rebelión de docentes autoconvocados avanzó en armar un nuevo sindicato, decidieron dividir y armar un sindicato con los radicales, Cambiemos y Milei, contra la docencia de la Capital, la izquierda y los principales luchadores.
Ahora, los Suteba Multicolores llaman a paros docentes con masiva adhesión. Pero, contradictoriamente, con solo tres seccionales Multicolores (al perder por fraude otras cuatro, entre ellas La Matanza), el PO, junto al PTS, el MST y otros grupos de izquierda, se niegan a convocar a los Plenarios Provinciales de Delegados Multicolores para organizar democráticamente la lucha, que sí convocamos antes. Para ellos la unidad es solo declamativa.
El PTS propone al FIT Unidad convocar un “Gran Encuentro Sindical”, ignorando que ya existe el PSC. Hace pocas semanas hicieron el papelón de dividir la lista Multicolor unitaria de oposición en la CTA Yasky (a nivel nacional y en las provincias), yendo solos porque Dellecarbonara del Subte no encabezaba en CABA. Su elección fue un fracaso, no pudieron justificar su política divisionista, pero dicen que su balance es “muy bueno” por los míseros votos que sacaron, lejísimos de la votación Multicolor. Un dislate.
Es hora de terminar con políticas divisionistas y autoproclamatorias, que solo ayudan a la burocracia sindical. Llamamos a los partidos de izquierda y a los luchadores a seguir impulsando en todos lados, en todos los gremios y en el PSC, la unidad de los luchadores y la izquierda contra el ajuste y la burocracia sindical.