Escribe Atilio Salusso
A la Corte Suprema y jueces federales los pone el gobierno de turno, con la venia del Senado, previo pacto entre el PJ, la UCR y PRO. Así de sencillo.
Hasta la reforma constitucional de 1994 el Presidente ponía a dedo a los jueces de la Corte, luego validados por el oligárquico Senado (donde siempre tuvo mayoría el peronismo desde 1983). No había concurso, ni exámen. Pura rosca. El fallecido Juez Bonadío tenía un cartel en su despacho que decía: “No se preocupe, yo tampoco llegué por concurso”. Después del ‘94 a los jueces de la Corte los sigue eligiendo el Presidente con el voto de dos tercios del Senado. O sea, sigue el dedazo.
Para elegir a los jueces federales aparece el Consejo de la Magistratura. Este organismo de veinte personas encargado de elegir, controlar y remover a los magistrados (aún no se pronunció contra el juez mendocino Bento acusado de cobrar coimas a presos y enriquecerse ilícitamente), está integrado por el presidente de la Corte, un miembro del Poder Ejecutivo (el actual es hermano del ministro Wado de Pedro), cuatro senadoras y senadores y cuatro diputadas y diputados, o sea diez “de la política tradicional”. Alguien podrá decir que los otros diez integrantes son “independientes”. Claro que no. De los cuatro representantes de Jueces, cuatro de Abogados y dos de la Academia, todos están ligados al PJ, a la UCR o al PRO. El abogado Héctor Recalde, por ejemplo, fue presidente del Bloque del Frente para la Victoria en Diputados, la actual consejera y abogada Jimena de la Torre es del PRO, y el juez y actual consejero Lugones lo es por la Lista Celeste, ligada al kirchnerismo.
Está claro, esta justicia es repugnante. Se mostró una vez más con la filtración de los chats donde jueces compartieron un viaje a la mansión del magnate británico Joe Lewis con políticos patronales, ex servicios de inteligencia y empresarios del grupo Clarín.
Para terminar con esta justicia patronal, elitista, patriarcal y acomodaticia ante los gobiernos que la designan (muestra de ello fue la pelea escandalosa en el la sesión de Diputados entre el peronismo y Juntos por el manejo de los jueces) proponemos algo completamente distinto: los jueces deben ser electos por el voto popular, sus cargos tienen que ser revocables (no vitalicios), deben ganar lo mismo que una docente y se tiene que implementar el juicio por jurados.