Escribe Mariana Scayola, secretaria general de Ademys
El presidente Fernández y los gobernadores peronistas, radicales y macristas mienten. Dicen que las clases se inician “con normalidad” en todo el país. Que la quinta hora va a beneficiar a los estudiantes. Y, lo más vergonzoso, que la docencia reclama solo por “el impuesto a las ganancias”, porque cobramos mucho. Diecisiete provincias en lucha lo desmienten.
El presidente Fernández fue a Chaco y repitió lo que dicen gobernadores y ministros peronistas, radicales y macristas sobre los salarios y la quinta hora extendida. Su mentira solo fue superada por Larreta, que declaró: “una pareja docente, con doble jornada, cobra en CABA más de medio millón de pesos”. Solo le faltó decir que, si tenían dos hijos docentes, superarían el millón.
El “aumento” que firmaron con Alesso y Baradel de Ctera, UDA, AMET, CEA, Sadop, llevará el salario inicial a 130 mil pesos. Por debajo de la línea de pobreza, hoy en 163 mil pesos. Y hay provincias que se niegan a otorgarlo. En Santa Cruz, Alicia Kirchner ofrece sólo un 4%. Por eso diecisiete provincias iniciaron paros y planes de lucha, a pesar de la burocracia Ctera y sus gremios provinciales. En Santa Fe o en Córdoba, Alesso y Monserrat tienen que salir a pelear contra el propio acuerdo que firmaron.
También rechazamos la quinta hora extendida, un verdadero mamarracho. En La Matanza hay decenas de escuelas que no empiezan las clases por desastres edilicios, imaginen agregar más horas. En el país faltan aulas y docentes, hay cursos súper poblados, sin aire ni ventiladores. Nada pedagógicamente bueno puede salir de este experimento, salvo sobrecarga laboral.
Mientras Alberto y los gobernadores mienten y los burócratas tratan de frenar, la docencia da pelea, presionando a los dirigentes o autoconvocándose para luchar. Llamamos a apoyar todos los reclamos, por salario, contra la sobrecarga y la flexibilización laboral, en defensa de la escuela pública, contra el pacto de los gobiernos y la burocracia sindical.
Llamamos a coordinar nacionalmente a las provincias en lucha, rompiendo el aislamiento que trata de imponer la burocracia. Plata hay. Con la lucha podemos lograr que vaya a salarios y educación, en vez de al FMI y a subsidiar el negocio de las escuelas privadas.