El 7 de mayo vamos a elecciones provinciales en La Rioja. Conjuntamente con la elección a gobernador, se realizarán las de intendente y concejales, en algunos departamentos también diputados provinciales, y se elegirán convencionales constituyentes ya que el actual gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela (Frente de Todos), pretende modificarla para incorporar la reelección indefinida, la megaminería y entre otras cosas declarar a la salud y la educación servicios esenciales, para impedir las luchas de las y los trabajadores.
Los tres candidatos de los partidos patronales tradicionales son de origen peronista. Pero llegan las elecciones y se comienzan a cruzar de vereda según su conveniencia. Cada uno ya fue parte del negocio político del Frente de Todos y Juntos por el Cambio. Ahora entra en la escena La Libertad Avanza, que con Martin Menen dice que va a terminar con la obligatoriedad de la educación, con los derechos de las mujeres y comunidades LGBTIQ+. Cualquiera de los tres va a gobernar para garantizar el pago de la deuda externa provincial y nacional, seguir ajustando sectores claves como salud y educación y ampliar los negociados con las multinacionales megamineras que, con la promesa de generar un puñado de empleos temporarios, agravarán la crisis hídrica y ambiental.
Quintela despilfarra plata que recibe de la coparticipación, para garantizar una elección en medio de una crisis económica que se lleva puesto todo. Juntos por el Cambio no es distinto, maneja la municipalidad de la capital y lleva como candidato a otro peronista. Pero lo que cruza toda la elección es la miseria de salarios que cobran las y los trabajadores riojanos. Por eso docentes y médicos venimos de paro en paro, porque con estos sueldos no va más. En este escenario, en que escuelas y hospitales se caen a pedazos, el gobernador peronista regala aire acondicionados, electrodomésticos y plata en largas colas que se arman en la calle.
No hay salida para esta situación de miseria de la mano de estos candidatos que vienen gobernando la provincia en los últimos cuarenta años. La salida real es que gobierne la izquierda y las y los trabajadores. Tenemos que partir del no pago de la fraudulenta deuda externa y destinar ese dinero a aumentar los salarios, que para no ser de pobreza deben alcanzar, en la provincia, los 199.000 pesos. Proponemos terminar con la precarización laboral y los contratos basura con salarios de indigencia, a partir de desarrollar un plan de construcción de viviendas populares que acabe con el negocio usurero de los alquileres.
Las y los candidatos del FIT Unidad somos trabajadores y trabajadoras que venimos dando pelea contra el ajuste de los gobiernos y construyendo una alternativa política que nos lleve al camino de la independencia de clase. Por eso decimos: trabajadores votemos a trabajadores. El 7 de mayo votá Carolina Goycochea (Izquierda Socialista/FIT Unidad) para gobernadora y ayudanos a conseguir votos por una alternativa que nunca gobernó la provincia: el Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad.
Corresponsal en La Rioja