Escribe José Castillo
Javier Milei presentó una plataforma de gobierno. Es la expresión más descarnada de un super-ajuste, que sólo puede pasar por medio de una feroz represión.
La Libertad Avanza se reafirma como una fuerza reaccionaria, de ultraderecha, que viene por todos los derechos conquistados durante décadas por el pueblo trabajador, la juventud, las mujeres y las disidencias.
Hace un par de semanas Milei había dado a conocer su propuesta de “dolarizar la economía”. Escondía detrás de esto que plantea una superdevaluación, donde los pesos y depósitos terminen siendo canjeados a un tipo de cambio de alrededor de 9.000 pesos por dólar. En síntesis, los salarios mínimos y las jubilaciones van a terminar valiendo alrededor de 10 dólares por mes, montos de miseria absoluta.
Milei habla de “libertad”, pero para el pueblo trabajador la única libertad que deja es la de morirse de hambre. O vender los órganos o a los propios hijos, cosas que increíblemente llegó a afirmar que legalizaría.
Ahora, en la nueva plataforma presentada, el candidato de La Libertad Avanza ataca otros derechos. Así, nos enteramos que está a favor de arancelar absolutamente todos los servicios hospitalarios, además de restringir su acceso para los extranjeros.
Postulan también privatizar el sistema jubilatorio, volviendo a las AFJP, que ya fracasaron después de estafar a miles de trabajadoras y trabajadores en los ‘90. Los aportes pasarían a las AFJP (las patronales no pagarían nada) y el estado se tendría que hacer cargo de pagar las jubilaciones actuales. Claro que, como al mismo tiempo Milei propone un recorte fenomenal del gasto público, lo que se avizora son jubilaciones y pensiones del nivel de hambruna total.
Milei también vuelve con las ideas menemistas de privatizar todo lo que haya quedado como estatal. Así, plantea regalar Aerolíneas Argentinas, YPF, Aguas Argentinas, los ferrocarriles en manos del estado, por citar solo algunos casos. Sabemos como termina esto; con centenares de miles de despedidos, servicios que se cierran, tarifas dolarizadas e inalcanzables para la mayoría y negociados de millones de dólares para los nuevos dueños.
La Libertad Avanza postula además una apertura total del comercio exterior. Así, además de otorgarle más privilegios aún a los monopolios que juegan con la exportación e importación, terminará liquidando lo poco que queda de industria nacional (en una tercera vuelta de lo que ya pasó con Martínez de Hoz primero y con la convertibilidad menemista después).
Entre recortes del gasto, apertura económica y privatizaciones, lo que se vendrá sin duda son millones de nuevos desempleados. Para ellos Milei postula la flexibilización laboral: serán echados sin cobrar indemnización alguna, planteando a cambio un mentiroso “seguro de desempleo” que como el actual solo garantiza unas pocas monedas durante algunos meses.
Por si todo esto fuera poco, Milei propone bajar impuestos… a los empresarios. Los trabajadores seguirán pagando IVA e incluso el impuesto al salario.
En educación, Milei busca demoler la educación obligatoria que estableció en el siglo XIX la Ley 1420. Plantea derogar la obligatoriedad, y a la vez financiarla con un sistema de vouchers, al igual que en Chile, para que cada familia decida a qué escuela manda a sus hijos (o incluso si los manda). Un sistema que desfinancia y desmorona la educación pública, creando escuelas de primera para los ricos y de segunda para los pobres. Claro que el liberalismo en la educación de Milei se acaba cuando hay que hablar de contenidos. Plantea explícitamente que se debe prohibir la enseñanza de la ESI (Educación Sexual Integral) en los colegios. Esto último en línea con toda su posición antiderechos. Su candidata a vice Victoria Villarruel afirmó que van por la derogación del derecho al aborto legal, seguro y gratuito.
Milei sabe que este programa de guerra contra las y los trabajadores sólo pasa con represión. Por eso propone limitar el derecho de huelga y protesta y un enorme reforzamiento del aparato represivo, tanto en armamento como en atribuciones.
Muchas cosas más se podrían decir del programa de Milei y los liberfachos, como su defensa de los genocidas de la dictadura o sus posturas a favor de la libre adquisición de armas, al mejor estilo de la ultraderecha yanqui. Pero este racconto alcanza para demostrar que no hay nada nuevo, es el más rancio y reaccionario programa conservador al servicio del hambre del pueblo trabajador y el saqueo de nuestras riquezas. La única alternativa para el pueblo trabajador es el Frente de Izquierda Unidad y en las PASO apoyar la lista unitaria PTS-Izquierda Socialista.