Escribe Miguel Lamas, dirigente de la UIT-CI
Israel ha desatado desde el 8 de octubre un nuevo ataque genocida con miles de bombardeos contra la Franja de Gaza. A la fecha se calculan más de 4.000 palestinas y palestinos muertos, entre ellos 2.000 menores y 1.500 mujeres, más de 17.000 heridos y más de un millón (la mitad de la población) desplazados de sus hogares. Hora a hora estas cifras aumentan.
Netanyahu prometió dejar “en ruinas” la Franja de Gaza, un territorio de sólo 43 kilómetros de largo y 10 kilómetros de ancho, avisándole a su población cautiva que “se vaya” a pesar de que sabe que no puede hacerlo.
Israel corta agua, electricidad y combustible a Gaza, en un bloqueo genocida. Acrecenta de esta forma el bloqueo por aire, tierra y mar contra Gaza que viene desde 2007, transformándola en “la mayor cárcel a cielo abierto del mundo”. Allí viven hacinados 2.300.000 palestinos, rodeados desde hace décadas por el ejército del estado sionista de Israel.
Han declarado la “guerra total” contra Palestina, amenazando con una invasión militar, convocando a 350.000 reservistas. El sionismo cuenta con el apoyo del imperialismo norteamericano y de la Unión Europea, entre otros gobiernos capitalistas. El gobierno de Estados Unidos anunció el envío de buques y aviones de guerra hacia el este del Mediterráneo, para apoyar a Israel en su ofensiva contra el pueblo palestino.
Joe Biden así como dirigentes europeos intentan mostrar como víctima a Israel y dicen que “tiene el derecho de defenderse”, y así justificar sus actuales ataques genocidas. Ocultan que el estado sionista se constituyó en 1948 usurpando la tierra histórica palestina y expulsando a sus habitantes violentamente, y desde entonces está expulsando palestinos, asesinando y quitándoles sus casas y tierras. Desde 1967 se calcula que 750.000 palestinos y palestinas pasaron por las cárceles sionistas por defender sus tierras y casas.
Los colonos armados y apoyados por policías y militares de Israel matan, y atacan las propiedades de los palestinos para expulsarlos de Cisjordania.
En ese marco se dio la ofensiva palestina desde Gaza, encabezada por Hamas, el pasado sábado 7 de octubre. No fue más que una desesperada reacción ante el hartazgo de un pueblo sojuzgado. Fue una expresión más del legítimo derecho del pueblo palestino a defenderse frente al crimen y el genocidio.
Desde ya lamentamos la muerte de civiles israelíes, de mujeres y niños. Pero, no son Hamas ni los palestinos los responsables de esta guerra, sino el Estado sionista de Apartheid de Israel que, apoyado por los Estados Unidos, oprime al pueblo palestino desde hace 75 años.
Los y las socialistas de la UIT-CI apoyamos incondicionalmente la resistencia palestina pero no le damos apoyo político a Hamás y a su gobierno en Gaza. Por otro lado, denunciamos la traición permanente de la Autoridad Palestina, dirigida por Al Fatah-OLP, que encabeza Mahmoud Abbas, desde Cisjordania. Pero Hamás ahora está en el campo de los que se enfrentan al sionismo. Tenemos grandes diferencias en la medida que ellos son una corriente burguesa-islámica y quieren reemplazar a Israel por un estado palestino religioso, teocrático. Nosotros bregamos por el reemplazo del Apartheid de Israel por un Estado Único Palestino, laico, no racista y democrático, en el territorio histórico de Palestina, donde puedan convivir plenamente árabes, judíos, cristianos y otras religiones, donde los palestinos expulsados y sus hijos y nietos puedan volver a sus tierras.
Más allá de esas diferencias con Hamás, todos somos parte del gran movimiento de la resistencia palestina. Por eso la apoyamos incondicionalmente y llamamos a la solidaridad internacional para con ella.
Hoy más que nunca, para derrotar la ofensiva criminal de Israel sobre Gaza y el pueblo palestino hay que salir a las calles de todo el mundo para parar los bombardeos y el cerco genocida a la Franja de Gaza. El ultimátum del ejército de Israel a que se retiren casi un millón de palestinas y palestinos del Norte de Gaza, sabiendo que no existe ninguna condición para ellos, es una muestra más de su política colonial y de limpieza étnica.
Si hasta ahora no lanzaron la invasión terrestre a Gaza es por las inmensas movilizaciones que hacen que el propio imperialismo yanqui y europeo teman que la invasión aumente el descontrol mundial.
Hay que redoblar esas movilizaciones en todo el mundo. Y que los pueblos exijan a sus gobiernos ruptura de todos los acuerdos económicos, políticos y militares con Israel. No al envío de armas a Israel y basta de ayuda financiera y militar de Estados Unidos a Israel. Que se retire la flota yanky de las cercanías de Israel y Medio Oriente. Que los pueblos de los países árabes, con su movilización, exijan a sus gobiernos que apoyen a la resistencia palestina con todo lo que ella reclame y, en especial a los que han reconocido a Israel (como Egipto, Marruecos o Emiratos Árabes), ¡Que rompan relaciones ya! ¡Toda la solidaridad con el pueblo palestino!
Desde Izquierda Socialista y la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) llamamos a realizar movilizaciones unitarias para terminar con la escalada genocida de Israel.
¡Alto ya a los bombardeos criminales a Gaza! ¡Basta de cerco genocida!
¡Ruptura de relaciones con Israel!
¡Liberación de las y los presos palestinos!
¡Todo el apoyo a la resistencia palestina!