Escribe José Castillo
La semana pasada el gobierno nacional procedió a cancelar los tres vencimientos con el FMI del mes de octubre. Fueron 2.627 millones de dólares, abonados en parte con los restos de los Derechos Especiales de Giro (cuasi moneda del FMI) y en parte con yuanes del swap otorgado por el gobierno de China. Remarquemos que, en ambos casos, el pago implicó una baja de reservas y compromisos de devolver lo pactado en el futuro inmediato. Este lunes, por su parte, se pagaron otros 790 millones de dólares en concepto de intereses con el propio Fondo. Sumando ambos pagos, se fueron de nuestras alicaídas reservas nada más ni nada menos que 3.400 millones de dólares.
Lo peor, sin embargo, está por venir: de acá a marzo de 2024, nuestro país tiene vencimientos por otros 12.000 millones de dólares. Por eso, Sergio Massa, el candidato presidencial, está urgido a ponerse de rodillas adelante del Fondo y renegociar. La otra salida que tiene, romper cn el FMI y dejar de pagar la deuda no figura entre sus opciones posibles. Por eso anticipamos que, lo que se viene, gobierne quién gobierne, es un mayor ajuste. Contra el que habrá que salir a pelear en las calles.