Escribe Adolfo Santos
Hay otros actores importantes que ayudaron a hundir al peronismo y determinaron el triunfo de la ultraderecha. Al hartazgo, hay que sumarle la orfandad con que las y los trabajadores, se vieron expuestos para enfrentar a este gobierno. La burocracia sindical que conduce la CGT fue una vergüenza. Los principales dirigentes sindicales actuaron en estos años como agentes de los patrones y del gobierno peronista y no de las necesidades de sus bases. Dejaron pasar los ajustes, negociaron reducciones de derechos durante la pandemia, cerraron paritarias a la baja, apoyaron los acuerdos con el FMI que implican más ajustes mientras se fotografiaban con el embajador de los Estados Unidos Marc Stanley.
Después del triunfo de Milei, los burócratas sindicales no han manifestado preocupación con las medidas anunciadas ni piensan convocar a los trabajadores para debatir los peligros del nuevo gobierno y como organizarnos para enfrentarlos. Al contrario, hubo quien le envió un mensaje de “felicitación” al nuevo presidente. “No nos estamos pintando la cara. Tiene que primar la sensatez”, le transmitió a Clarín otro dirigente cegetista. Los menos recatados, como el mercantil Armando Cavalieri y el gastronómico Luis Barrionuevo, han sido claros. El dirigente de comercio, refiriéndose a Milei, advirtió en un comunicado dirigido a su sector: “es imperante que nos pongamos a trabajar fuertemente sin mezquindades para lograr los acuerdos necesarios”.
Mientras que Barrionuevo, recordado por decir: “tenemos que dejar de robar por dos años”, fue más allá y se realineó nuevamente con Milei. “Estamos para colaborar y trabajar. A mi no me enamoran los hombres, lo que me enamoran son los proyectos y la gestión”. Lamentablemente, no hay nada de extraño en un burócrata sindical peronista enamorado de un proyecto patronal y ultraderechista. Con estos burócratas no hay salida. Necesitamos construir una nueva dirección combativa y democrática. Es el camino que nos muestra el Plenario del Sindicalismo Combativo que impulsan los ferroviarios del Sarmiento, el Sutna, las conducciones y oposición Multicolor en docente, entre otros. El camino es la democracia sindical para decidir, autonomía de los patrones y los gobiernos y la lucha como método de conquista.