Escribe Adolfo Santos
El 27 de mayo fue citado a declarar el dirigente del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, y otros dirigentes de movimientos sociales en el marco de la causa abierta por el gobierno ultraderechista de Milei. Los acusan de defraudación, coacción y extorsión. Excusas para atacar a los movimientos sociales de conjunto, cerrar comedores, congelar partidas y ajustar a costa del hambre de los más postergados. ¿Qué autoridad moral tienen para juzgar los funcionarios que retienen más de cinco mil toneladas de alimentos destinados a los más necesitados? Milei, Bullrich y Pettovello se ensañan contra los más vulnerables.
El pasado viernes 24, desde Izquierda Socialista participamos de la audiencia pública organizada por las bancas del Frente de Izquierda. Lo mismo hicimos el martes 28 en la conferencia de prensa en repudio a la criminalización de las organizaciones sociales. Nos declaramos plenamente solidarios con todos las compañeras y compañeros perseguidos y judicializados y parte de la lucha por los alimentos y trabajo genuino que vienen desarrollando las organizaciones sociales combativas, tal como se votó en el Encuentro Nacional de sectores combativos y la Izquierda del pasado 25 de mayo.
Nuestras compañeras y compañeros diputados y dirigentes sindicales como Juan Carlos Giordano, Mónica Schlotthauer, Rubén “Pollo” Sobrero y Mariana Scayola han destacado en estos días su solidaridad con las organizaciones y dirigentes perseguidos y criminalizados. Porque enfrentar esta persecución es parte de la pelea contra todo el Plan Motosierra del gobierno de Milei.