Escribe José Castillo
“Maldito socialismo”, “los zurdos son excrementos humanos” y otras expresiones similares son habituales en el presidente ultraderechista que tenemos la desgracia que ejerza la presidencia de la Nación. Aquí respondemos a sus mentiras y afirmaciones de reaccionario e ignorante.
Milei suele afirmar, ilustrando su afirmación con datos estadísticos falsos e inventados, que el capitalismo trajo riqueza y prosperidad a la humanidad, que sacó miles de millones de la pobreza y que nos llevó a un mundo de paz y felicidad. Por contrapartida, según él, el “socialismo” significó miseria, opresión y muerte.
¿El capitalismo sacó a la humanidad de la pobreza?
Se trata de la mayor y más atroz mentira de Milei. Los libertarios esconden a los miles de millones de seres humanos que están sumidos en la máxima pobreza y marginación en pleno siglo XXI. Los esclavizados en las plantas industriales del sudeste asiático, de África o Latinoamérica. Pero también los millones de trabajadoras y trabajadores que cada día pierden más derechos en los propios países imperialistas. Las mujeres, disidencias sexuales y niños que, hundidos en la marginación social, terminan en las redes de trata. Invisibiliza un mundo donde miles de millones no acceden al agua potable, a las calorías básicas de la alimentación, ni hablar a una vivienda digna, o a servicios de educación y salud. Un planeta donde se gastan billones de dólares en negocios como el armamentismo o las drogas. Donde el 1% más rico se apropia de más de la mitad de toda la riqueza mundial.
¿El capitalismo trajo “un mundo de paz”? ¿Qué pensarán de esa afirmación los que todos los días son sometidos a los bombardeos en Gaza? O los que sufren la guerra en Ucrania, en África. El capitalismo imperialista causó dos guerras mundiales, el genocidio nazi, los bombardeos con napalm sobre el pueblo vietnamita, los golpes proyanquis asesinos del Cono Sur Latinoamericano. Y podemos seguir la lista.
En síntesis, El capitalismo fue y es un sistema basado en la explotación y la miseria de la inmensa mayoría de la población, para beneficio de unos pocos, los grandes empresarios, esos que, escandalosamente, Milei llama “benefactores de la humanidad”. La libertad, tan citada por Milei y los libertarios, queda minimizada exclusivamente en libertad de mercado para los ricos. Para el pueblo trabajador, es la libertad para morirse de hambre.
¿De qué estamos hablando cuando decimos socialismo?
Milei hace una amalgama y define como “socialismo” a todo lo que le conviene. Obviamente, no hay ningún “socialismo” en el estado Español regido por Pedro Sánchez. Ni en tantos otros lugares donde gobernaron y gobiernan fuerzas autodenominadas “progresistas” o de “izquierda” descargando el ajuste sobre los distintos pueblos y ganándose su justo repudio.
Del mismo modo, nosotros, los auténticos socialistas, siempre denunciamos, junto con Trotsky, al stalinismo, diciendo que eso no era “socialismo”, y que Stalin había convertido la más gigantesca y esperanzadora revolución de la historia, la rusa de 1917, en una sangrienta dictadura, creando regímenes que terminaron promoviendo la restauración capitalista. Así pasó en la Unión Soviética, en Europa del Este. Así pasó, aunque se escondan detrás de la falsedad de la denominación de partidos “comunistas”, con las dictaduras capitalistas que hoy gobiernan China o, más cerca y dolorosamente, Cuba, donde hoy reina la desigualdad y los privilegios de clase.
No hubo ni hay ningún socialismo en la Venezuela de Chávez y Maduro, en la Nicaragua de Ortega, en la Bolivia de Evo Morales. Ni, obviamente, en el Brasil de Lula o en la Argentina del peronismo kirchnerista. Todo eso no es más que capitalismo, y del más decadente, semicolonial y sometido al imperialismo.
No hubo ni hay ningún socialismo en esos lugares por algo muy simple y básico: para que lo haya hay que expropiar los medios de producción, las grandes empresas, los transnacionales, los bancos,nacionalizar los recursos no renovables, dejar de pagar las usurarias deudas externas, tomar todas esas riquezas, planificar la economía y con esos recursos resolver las más urgentes necesidades populares, con salarios y jubilaciones dignas, trabajo para todas y todos, salud, educación y vivienda.
¿Qué es el socialismo? Qué gobiernen las y los trabajadores y la izquierda
Así de simple. Algo que nunca pasó en nuestro país. Que hoy no pasa en ningún lugar del mundo. Justamente por eso estamos así, incluso con riesgo de que la ambición de ganancia de los grandes capitalistas pongan en juego la supervivencia del ser humano sobre el planeta.
Socialismo es, lo decimos una y mil veces, la democracia de las y los trabajadores. Más, infinitamente más, libertad para las y los explotados y oprimidos que las falsas libertades que supuestamente se tienen en el capitalismo, pero que no se pueden ejercer si no se tiene el dinero para comprarla.
Los socialistas estamos en contra del vil egoísmo del mercado, de una sociedad donde todo se compra y todo se vende. Nos duele, como decía el Che, toda injusticia en cualquier lugar del planeta que se produzca.
A los insultados por Milei, a los que no pueden creer cuando escuchan sus barbaridades, pero sobre todo a los miles de activistas de izquierda que la pelean día a día, les decimos que no se equivocaron: están del lado correcto de la historia. Con la clase trabajadora explotada del mundo, con los pueblos oprimidos, con las víctimas de la sociedad patriarcal, con los que queremos una sociedad distinta, sin explotación ni opresión, una Argentina y un mundo socialista. Como decía Rosa Luxemburgo, una sociedad donde seamos “socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.