Escribe Rubén “Pollo” Sobrero, secretario general de Unión Ferroviaria Oeste. Dirigente de Izquierda Socialista/FIT Unidad
La brutalidad del ajuste de Milei obligó a los dirigentes de la CGT y las CTA a llamar a movilizaciones y dos paros nacionales, después de cinco años donde no llamaron a ninguno y fueron cómplices del ajuste del gobierno peronista. Luego del masivo paro del 9 de mayo, cuyo impacto está frenando la aprobación de la Ley Bases de Milei en el Senado, el gobierno ha seguido con medidas antiobreras y antipopulares. Aumentaron los transportes, la nafta, sigue la inflación y los precios de la canasta básica. Los salarios y jubilaciones siguen perdiendo con la inflación, muchos trabajadores cobran por debajo de la línea de pobreza. Hay cientos de miles de despidos entre el sector estatal y privado como consecuencias del ajuste del ultraderechista Milei. Aumenta la miseria y la pobreza alcanza al 50% de la población. Mientras tanto, el gobierno, muestra su cara más repugnante, esconde cinco millones de kilos de comida para comedores populares y encima persigue a los dirigentes de movimientos sociales.
Es por eso que siguen las luchas y los paros, que tiene en la provincia de Misiones su mayor representante, con una verdadera rebelión obrera y popular por aumentos de salarios. Paran gremios nacionalmente, como los universitarios, los docentes de Ctera, UDA, Sanidad, paran estatales en varias provincias, y sectores industriales como el Sutna, contra los despidos, entre otros.
Sin embargo, las conducciones de la CGT y las CTA no le dan continuidad al paro del 9 de mayo, con un plan de lucha, con un paro activo de 36 horas como reclamamos desde la izquierda y el sindicalismo combativo y se ratificó el sábado 25 de Mayo en el Encuentro de sectores combativos y la izquierda en Plaza Congreso. Una medida que están votando algunos gremios donde se llama a asambleas.
A diferencia de cuando se quiso votar la Ley Ómnibus en diputados o cuando se votó la Ley Bases, donde sólo la izquierda y sectores combativos llamamos a marchar en contra, esta vez sectores de la CGT y las CTA dicen que van a llamar a movilizar cuando se trate en el Senado. Deberían hacerlo con abandono de tareas en los gremios para garantizar una presencia masiva.
Junto con eso deben llamar a un paro de 36 horas con movilización para frenar el brutal ajuste que exigen el FMI y las multinacionales. Es fundamental que, en cada asamblea, plenario de delegados, reunión de activistas, votemos la exigencia a la CGT y las CTA que le den ya continuidad a la lucha para derrotar todo el Plan Milei. Para que impongamos un plan económico alternativo, obrero y popular, que haga que la crisis la paguen el FMI, las multinacionales y los grandes empresarios, no la clase trabajadora y sectores populares.