Escribe Pilar Barbas, dirigenta nacional de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria de la Federacion Universitaria Argentina (FUA)
El Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires en la sesión de la semana pasada declaró en emergencia salarial a todes les trabajadores docentes y no docentes incluyendo a les profesionales de la salud y las tareas vinculadas a investigación y extensión universitaria.
Esta declaración del rectorado y los decanatos de la UBA oficializa la situación crítica que venimos denunciando junto a nuestres docentes y no docentes desde que el gobierno nacional de Javier Milei acordó con los rectores otorgar el presupuesto sólo para funcionamiento de las universidades, soltando la mano a les trabajadores y a los derechos estudiantiles. En ese momento, con la movilización unitaria del 23A, se le arrancó al gobierno el presupuesto para el funcionamiento mínimo. Alertamos que ese era recién el comienzo, nos faltaba la mayoría del presupuesto universitario que corresponde a salarios y que el gobierno del ultraderechista Milei no quería negociar. Incluso, si bien prometieron girar el presupuesto para todas las universidades nacionales, la Universidad del Comahue, por ejemplo, actualmente no cuenta con el presupuesto necesario, e incorrectamente el rectorado pospuso una semana el comienzo de las clases por no contar con plata para la calefacción. La semana pasada, en el discurso del 9 de Julio que dio el gobierno dejó en claro que la educación universitaria y terciaria no es en absoluto una prioridad para el modelo de Milei. Es más, profundizó el discurso de que en las universidades se enseña que “el capitalismo es malo”, o que en los últimos años se crearon carreras que “no sirven para el mercado”. Todos indicios de su desprecio al modelo universitario argentino, que abona la idea de que las universidades que deben contar con presupuesto son aquellas que sirvan para los intereses de las multinacionales, y donde les docentes no puedan tener libertad de expresión ni de cátedra. Un ataque a todos los derechos conquistados por décadas de luchas. Pero nada de extrañar, el gobierno ultraderechista quiere la privatización de nuestras universidades.
Por eso, la pelea contra Milei, que está en contra de la universidad pública y gratuita como la conocemos recién está dando sus primeros pasos en su defensa y en continuar un plan de lucha contundente.
Los salarios de les trabajadores han perdido el 42% de su poder adquisitivo, generando una situación insostenible, donde ya muches docentes y no docentes se replantean el seguir yendo a las universidades porque los salarios no alcanzan para subsistir. Ante esto, algunos gremios docentes como Adiuc, plantearon la no toma de finales en el turno de julio y agosto. Además junto a Conadu y ConaduH y otros gremios docentes se está planteando el no inicio del segundo cuatrimestre sino hay respuesta a la urgencia salarial.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista acompañaremos las medidas de lucha que se vienen convocando. En ese sentido, denunciamos a la conducción de la Federación Universitaria de Córdoba (FUC) y las conducciones de los centros en manos de la Franja Morada (UCR) que presionaron a les docentes para que tomen los exámenes finales de mitad de año.
El camino para la conquista del presupuesto es con la unidad docente, no docente y estudiantil. La continuidad del plan de lucha sin duda se tiene que dar en conjunto a docentes y no docentes, por eso es prioritario que las conducciones estudiantiles en manos de las Franja Morada y el peronismo salgan del inmovilismo y llamen a asambleas apenas comiencen las clases, y que convoquemos a instancias interclaustros junto a nuestres docentes y nodocentes para impulsar una plan de lucha nacional para conseguir todo el presupuesto. Así como el 23A logramos el primer golpe al gobierno, tenemos que volver a construir una masiva marcha unitaria para fines de agosto, para todo lo que falta en defensa de nuestras universidades.