Escribe Angélica Lagunas, secretaria general de ATEN Capital y dirigente de Izquierda Socialista
Continúa el plan de lucha de los docentes neuquinos. A las 48 horas de paro la semana pasada se suman 48 más en esta y 72 la próxima. Esta es la respuesta de ATEN a una ofensiva antiobrera y antipopular del gobernador Rolo Figueroa, que semana a semana se alinea más con la política nacional de Milei, como su alumno predilecto.
Cuando Javier Milei pidió los votos para la Ley Bases, el gobernador Figueroa cumplió y sus diputados la votaron. Y repitieron su apoyo votando el RIGI, diciendo que era necesario para el desarrollo de Vaca Muerta. Pero así se profundiza el saqueo de las riquezas de nuestro subsuelo, direccionando la exportación de petróleo por el puerto de Bahía Blanca con nuevos oleoductos y también, posiblemente, en el puerto de Punta Colorada en Rio Negro con la licuefacción del gas para exportar buques de GNL. Para garantizarles tranquilidad a los inversores, Figueroa avanza persiguiendo y judicializando la protesta de las organizaciones sociales, de las comunidades mapuches y, en especial, de nuestro gremio, que es el que más batallas le viene presentando.
Contra los docentes el gobierno impuso en la Legislatura (votado por todos los bloques de los partidos patronales, con la excepción de los diputados del Frente de Izquierda y uno del peronismo) una ley llamada de “incentivo al presentismo”, que otorga un plus salarial de unos 120.000 pesos cada tres meses a las y los docentes que no falten más de tres días por trimestre. Pero la verdad es que ese “premio” tiene una redacción que modifica el régimen de licencias garantizado por varias leyes nacionales y el estatuto. Por eso el plan de lucha no se hizo esperar, votado en todas las seccionales de ATEN y motorizado especialmente por asambleas multitudinarias en nuestra Seccional Capital y otras conducidas por la oposición, pero también en seccionales que dirige la conducción provincial. La semana pasada no iniciamos las clases con dos días de paro posteriores al receso invernal y las asambleas votaron por la continuidad de la medida de fuerza, con otras 48 horas esta semana, miércoles y jueves, y 72 la semana del 6, 7 y 8 de agosto.
El plan de lucha tiene tres reclamos principales: 1) Que se retire la nueva ley votada en la Legislatura que ataca el régimen de licencias. Porque una docente embarazada, o con tratamiento de largo tiempo por una enfermedad grave como el cáncer, o protegida por hechos de violencia de género que la lleven a no poder asistir a su trabajo, en cualquiera de estas situaciones si está cumpliendo una suplencia y la titular del cargo regresa, esa docente se queda sin sueldo, no se le reconoce la continuidad de su licencia. 2) En rechazo al impuesto a las ganancias a los asalariados resuelto por el gobierno de Milei. 3) Reclamando que se aumenten las partidas de refrigerio para alimentar a miles de alumnos pobres y se incremente el presupuesto educativo.
La situación se tensa cada vez más porque el gobierno empezó a descontar los días de paro y lo hace con un operativo totalmente ilegal, ingresando por vía cibernética a las plantas de empleados, sin autorización de las y los directores de cada establecimiento, y les descuenta a todos, incluso a los que eventualmente estén con licencia y a los pocos que puedan estar trabajando. Esta arbitrariedad choca directamente contra la determinación de los cuerpos directivos, que en la seccional capital han resuelto no informar de los paros, porque se consideran parte integral del sindicato y no funcionarios del gobierno. Una decisión muy combativa.
Las asambleas también vienen votando el pedido de renuncia de la ministra de Educación Soledad Martínez, quien ingresó al gobierno como parte del acuerdo de Figueroa con un sector del kirchnerismo y del Frente Grande.
Por último, desde las asambleas exigimos un plan de lucha de la Ctera, que abandona y aísla a las provincias, lo mismo que hacen las CTA y la CGT que priorizan la negociación con Milei y dejan correr el plan motosierra nacional y provincial.