Escribe Pablo Almeida, delegado general ATE Ministerio de Economía y diputado electo por CABA
Con la designación de Federico Sturzenegger como Ministro de Desregulación y Transformación del Estado se profundizaron los ataques del gobierno ultraderechista de Javier Milei. Al autor del Mega DNU e ideólogo de la Ley Bases en su versión original le crearon un nuevo ministerio para dar una vuelta de tuerca en la política antiobrera y antipopular que vienen llevando adelante desde el 10 de diciembre.
Veamos sólo algunos temas. Sturzenegger, apodado el “Coloso” por el ejército tuiteros y periodistas aduladores de la motosierra, prepara como primeras medidas un nuevo ajuste en el Estado con cierres de dependencias, la puesta en marcha de la reforma laboral aprobada en la Ley Bases.
Pero sus planes no terminan ahí. A poco de asumir el viejo funcionario de los gobiernos de Fernando De la Rúa y Mauricio Macri dejó correr que en una segunda etapa el oficialismo avanzaría con una reforma laboral que, en principio, establecerá la posibilidad de jornadas laborales de 12 horas diarias, declarará como delito a los bloqueos de empresas y establecerá como motivo de despido a quienes encabecen ese tipo de protestas, e incluso penalizarlas judicialmente.
Por otro lado, se establecería una especie de vouchers, denominados “ticket comida”, que funcionarán como un método más de flexibilización y precarización laboral, ya que parte del sueldo será reemplazado por estos tickets.
Como si esto fuera poco, el flamante ministro le ha dado rienda suelta a su afán ajustador y se encuentra en elaboración de un nuevo decreto por el cual se buscaría eliminar -palabra predilecta de los ultraderechistas- sesenta dependencias estatales. En la mira están, por ejemplo, organismos como el Inadi, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas y el Instituto Nacional de Juventud. Con el aval que les otorga el capítulo sobre empleo público de la Ley Bases, se preparan así miles de despidos que se suman a los casi 20 mil que ya se han producido en lo que va de 2024.
Desde cada sector de trabajo tenemos que organizarnos en asambleas, reuniones de activistas y delegados para romper la tregua de las CTA y la CGT y que llamen a un nuevo paro y un plan de lucha para impedir esta nueva avanzada y derrotar el ajuste en su conjunto.