Escribe Mercedes de Mendieta, diputada nacional electa Izquierda Socialista/FIT Unidad
La diputada Lourdes Arrieta, conocida por usar “patitos” amarillos en su cabeza, confirmó su propio bloque llamado “Fuerzas del Cielo Espacio Liberal” luego de difundir un extenso hilo en X, dónde mostró los detalles de la visita realizada el 11 de julio pasado a los genocidas, junto a diputados libertarios como Beltrán Benedit, María Fernanda Araujo y Guillermo Montenegro. Arrieta también divulgó un proyecto del padre Olivera Ravasi que buscaba beneficiar a estos represores con prisión domiciliaria. En medio de este escándalo, la secretaria General de la Presidencia, “el jefe” Karina Milei, decidió expulsar a Arrieta de la bancada oficialista. Mientras en la Cámara de Diputados se rechazaba el DNU que le otorgaba 100.000 millones de pesos a la SIDE, el bloque libertario hizo crujir los pasillos del Congreso con aprietas, acusaciones y gritos donde Arrieta denunció a Martín Menen de no protegerla y dijo estar siendo amenazada de muerte, mientras algunos de los diputados de La Libertad Avanza (LLA) la acusaron de no estar en sus cabales. Arrieta dijo que “la echaron como a un perro” y que su primer proyecto “va a ser pedir la ampliación de la investigación de la visita al penal de Ezeiza. Que se investigue también al sacerdote Olivera Ravasi y cuáles son sus conexiones con sociedades off shore en los Estados Unidos”.
Está claro que semejante hecho no puede quedar en la impunidad y menos aún podemos dejar pasar el acto negacionista y provocador de Villarruel en el Senado. Desde Izquierda Socialista con el Frente de Izquierda-Unidad y junto a organismos de derechos humanos y organizaciones políticas estamos dando la pelea por la conformación en el Congreso Nacional de una comisión investigadora para develar la clara vinculación entre estas visitas y los proyectos de prisión domiciliaria e indultos a los genocidas, y para que se castigue a las y los diputados que fueron parte. Está claro que este no puede quedar en la impunidad. Estamos enfrentando a un gobierno de ultraderecha que busca modificar la Ley de Seguridad Nacional y volver a poner a las Fuerzas Armadas en las calles, que avanza en ciberpatrullaje al servicio de la persecución a las y los luchadores y que aplica el protocolo antipiquetes como lo hizo días atrás a las y los jubilados. Por eso, la pelea es por derrotar el plan de ajuste, represión y saqueo de Milei.