Escribe Pablo Almeida, delegado general de ATE-Mecom
¿Por qué Milei consiguió imponer el veto a pesar del enorme repudio popular? ¿Por qué tuvo éxito la maniobra de las y los diputados “tránsfugas”?
Una parte muy importante de la respuesta está en la tregua cómplice de la burocracia de la CGT, que no llamó a retomar la movilización del primer semestre, donde hubo dos paros generales exitosos. Así como no hizo nada contra la Ley Bases, ahora tampoco definió ninguna medida de fuerza para cuando se trató el veto en el Congreso. Peor aún: ni siquiera se movilizó ese día, cubriéndose detrás de una vergonzosa “libertad de acción”. Así, le facilitó al gobierno ultraderechista todas las maniobras que llevaron a ratificar el veto.
Por supuesto que esto no impidió que miles se movilizaran frente al Congreso. Allí estuvieron algunos gremios de la CGT y las CTA, entre ellos Pablo Moyano y Sergio Palazzo. Y hubo una columna independiente del sindicalismo combativo y la izquierda, entre ellos los ferroviarios del Sarmiento con el “Pollo” Sobrero a la cabeza, su secretario general y dirigente de la Corriente Sindical A Luchar, con el reclamo de paro y plan de lucha.
Que la CGT rompa la tregua y convoque a un nuevo paro general
La CGT sigue ausente, como sucede desde mayo. Ahora, lo nuevo es que su objetivo es visitar al Papa Francisco, para consultar “qué opina sobre las políticas de Milei”. Para que resulte más patético, el Papa los recibirá un día después haber recibido a la ministra Pettovello, en la clásica “diplomacia vaticana” de una de cal y una de arena. Mientras tanto, siguen los despidos y la inflación, con un gobierno que al mismo tiempo anunció congelamientos salariales, y que, ahora acaba de presentar un presupuesto de terror anunciando, además, que su política de guerra contra las y los trabajadores continuará el año próximo.
¿Qué espera la CGT? Porque las y los jubilados ya no pueden esperar, lo mismo los cientos de miles de despedidos ni las y los trabajadores que ven sus salarios licuados al límite. Por eso es fundamental denunciar la tregua de la central obrera con el gobierno y exigir desde cada lugar de trabajo que se llame a un nuevo paro general y a un plan de lucha nacional unificado de todo el movimiento obrero para derrotar la motosierra y la represión de Milei, Patricia Bullrich, el FMI y los gobernadores.