Escribe Ezequiel Peressini, dirigente de Izquierda Socialista/FIT-Unidad
La invasión de Vladimir Putin y Rusia a Ucrania en febrero de 2022, provocó una guerra que ya va camino a los tres años.
La cuestión ha abierto todo tipo de interrogantes y de debate en la izquierda mundial, incluido el trotskismo. Por eso fue un tema que recorrió los paneles del III Evento Internacional León Trotsky de Buenos Aires.
En especial porque el Partido Obrero (PO) casi lo convirtió en campaña en el evento contra las corrientes, como Izquierda Socialista y la UIT-CI, que repudiamos la invasión de Putin y apoyamos la resistencia del pueblo ucraniano. Alegremente nos acusan de estar del “lado de la OTAN” y de Volodimir Zelensky. Así lo escribieron en su folleto “La vigencia del leninismo trotskismo” que distribuyeron en el evento: “una parte de la izquierda trotskista mundial se ha colocado del lado del imperialismo de la OTAN” (página 8).
Esto es falso. Izquierda Socialista y la UIT-CI están incondicionalmente del lado del pueblo ucraniano y su resistencia para derrotar al invasor, sin dar ningún respaldo político al Gobierno capitalista de Zelensky y diciendo claramente “No a la OTAN”. Estas son nuestras consignas, sintéticamente.
El gran problema con el PO y también con el PTS, ambos coinciden en su postura de no apoyar a ningún bando y levantar “No a la guerra” , es que definen mal el carácter de la guerra. PO y PTS la definen como una “guerra interimperialista”. Incluso PO va más allá y dice que “la OTAN es el principal impulsor de la guerra en Ucrania” (idem). Cuando lo que hubo fue una invasión de Rusia. Niegan o deforman la realidad. Una potencia imperialista invadió a un país semicolonial. Siguiendo la tradición marxista nosotros estamos con la nación oprimida e invadida. Que el gobierno de Zelensky sea capitalista y pro OTAN no cambia esa realidad. No hay una guerra Rusia versus OTAN. Desde ya que Estados Unidos y la OTAN quieren aprovechar para debilitar a su competidor imperialista Putin y ante la determinación de los ucranianos de resistir, los ayudan con cuentagotas. Pero no hay tropas de la OTAN en Ucrania. Y el armamento que envían es limitado. Basta leer las noticias para saber que la OTAN le ha prohibido a Zelensky que dispare misiles o bombardee territorio ruso. No quieren derrotar a Putin sino buscar una salida negociada. Hasta el Vaticano ya le ha planteado a Zelensky que tiene que ceder territorio: “El Papa Francisco instó al presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, a tener “valentía” para alzar la “bandera blanca” y negociar el fin de la guerra con Rusia”. (Infobae, 9/3/2024).
¿PO y PTS versus Trotsky?
De la equivocada definición de la guerra, el PO y el PTS adoptan la táctica, conocida con el “derrotismo revolucionario” que postularon Lenin y Trotsky para la primera guerra mundial (1914-1918). O sea, no alinearse con ninguno de los dos bandos, el NI-NI convocando a los pueblos ruso y ucraniano a derrotar sus gobiernos.
Pero es una política funesta porque no hay, por lo menos por ahora, una nueva guerra interimperialista mundial. Desde ya alertamos que pueda finalmente ocurrir por la grave crisis del capitalismo-imperialista. Pero aún no es una realidad.
Justamente fue Trotsky, siguiendo a Lenin, el que alertó sobre los peligros de no distinguir entre un país imperialista y un país oprimido. Esto fue muy citado y muy bien explicado por el compañero Federico Novo Foti, dirigente de Izquierda Socialista, en el panel sobre la guerra de Ucrania.
Novo Foti recordó que Trotsky en 1937, ante la invasión del Japón imperialista a China, que era un país oprimido, apoyó incondicionalmente a China, que era gobernada por el sanguinario dictador Chiang Kai-shek. Trotsky recordaba las posiciones de Lenin: “Lenin dedicó cientos de páginas a demostrar la necesidad básica de hacer la distinción entre naciones imperialistas y naciones coloniales y semicoloniales, que comprenden a la gran mayoría de la humanidad. Hablar de “derrotismo revolucionario” en general, sin distinguir entre países explotadores y explotados, es hacer una caricatura miserable del bolchevismo y poner esa caricatura al servicio del imperialismo”. […]*
El mismo Trotsky explicaba esa contradicción cuando lo acusaban de “hacerle el juego” al dictador chino: “La lucha de Japón es imperialista y reaccionaria. La lucha de China es emancipadora y progresiva. Pero, ¿y Chiang Kai-shek? No tenemos que hacernos ilusiones con Chiang Kai-shek, su partido y toda la clase dominante china […]. Chiang Kai-shek es el verdugo de los obreros y campesinos chinos. Pero hoy se ve obligado, contra su voluntad, a luchar contra Japón por lo que resta de la independencia china. Puede que mañana vuelva a traicionar. Es posible. Es probable. Hasta es inevitable. Pero hoy está luchando. Sólo los cobardes, imbéciles totales o canallas, pueden negarse a participar en esa lucha”.
Además, China recibía armas de la Alemania de Hitler y luego del imperialismo norteamericano, y más tarde de la URSS. En 1937 también existía el peligro de una segunda guerra mundial. Pero eso no cambió la postura de Trotsky. Nosotros seguimos sus enseñanzas. En el evento se les dejó este interrogante al PO y el PTS: ¿ consideran que Trotsky se equivocó?
*Sobre la guerra chino-japonesa. Carta a Diego Rivera. León Trotsky, 23 de septiembre de 1937. Marxist.org