Escribe Pablo Montenegro, cuerpo de delegados del ferrocarril Sarmiento
El gobierno anunció la privatización del Belgrano Cargas y de los ferrocarriles metropolitanos de pasajeros del Sarmiento, Mitre, Roca, San Martín y Belgrano Sur. La privatización ya fracasó por la entrega a las multinacionales y la corrupción que nos llevó a la masacre de Once. La salida pasa por la reestatización del conjunto del sistema gestionado por sus trabajadoras y trabajadores y usuarios, cosa que venimos reclamando desde el Cuerpo de delegados del Sarmiento.
Este anuncio es parte de la motosierra de Javier Milei sobre el ferrocarril que viene haciendo desde que comenzó su gestión. Primero con el desfinanciamiento de los trenes de pasajeros, luego con los despidos en Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), en Trenes Argentinos Capital Humano (Decahf) y otros en el Chaco. En paralelo anunciaban la privatización del Belgrano Cargas se dio a conocer la noticia de que el servicio a Pehuajó dejará de funcionar. Y también el decreto para vender tierras ferroviarias, entre ellas una parte del predio de Haedo.
El gobierno de Milei argumenta que los ferrocarriles son deficitarios y tienen exceso de personal. Es mentira. Tomando el Belgrano Cargas, que volvió a estar en manos del Estado en 2013 (después de la privatización que estuvo controlada por el grupo Macri, entre otros) y que volvió a recibir inversiones por más de dos millones de dólares en 2016. Eso permitió el mejoramiento de vías y de material rodante se triplicaron las toneladas de productos trasladados, abaratando los costos de flete sin incrementar personal. Lo mismo ocurrió con los servicios de pasajeros donde se renovaron vías y trenes luego de que en 2012 cayeran casi todas las concesiones por el fracaso de la privatización que provocó la masacre de Once y costó 52 vidas y más de 800 heridos.
Tampoco es cierto que sea excesiva la cantidad de personal. Volviendo al Belgrano Cargas, los 4.600 trabajadores y trabajadoras tienen a su cargo 7.600 kilómetros de vías, 163 locomotoras y 11.620 vagones.
Lo que pretenden, en el caso de los trenes de carga, es beneficiar a las empresas privadas exportadoras de cereales y productos mineros para que sigan haciendo las multinacionales su gran negociado. Encima, quieren implementar un modelo privatizador que se empleó en Inglaterra que ya fracasó, por lo que los trenes volvieron a ser estatales en ese país.
Lamentablemente la lista Verde de Sergio Sasia, secretario de la Unión Ferroviaria está de acuerdo con las privatizaciones y serían beneficiados con un 10% de las acciones y un funcionario en el directorio, como anunció el gobierno ultraderechista. Igual que José Pedraza durante el peronismo menemista. Por eso no apoya el paro del transporte del 30 de octubre ni pelea por nuestras reivindicaciones.
Tenemos que enfrentar la privatización que significa profundizar el saqueo, los despidos y los bajos salarios. La única forma de tener un ferrocarril moderno, eficiente y rentable es que se estatice el 100% del sistema en una única empresa monopólica del Estado que integre el servicio de carga y de pasajeros. Una empresa estatal dirigida por sus trabajadoras y trabajadores, que tenga como objetivo la comunicación de todo el territorio nacional, el desarrollo de sus economías regionales trasladando la producción y a las y los trabajadores que levantan este país cada día.
Esto es lo que venimos peleando desde el cuerpo de delegados del ferrocarril Sarmiento, la seccional Oeste de la Unión Ferroviaria y la lista Bordó, encabezados por Rubén “Pollo” Sobrero. Y es lo que venimos planteando en el proyecto de Ley presentado por las y los diputados de Izquierda Socialista y del Frente de Izquierda Unidad.
El saqueo de las multinacionales en los ferrocarriles de carga
Los ferrocarriles de carga están privatizados desde los ‘90 y es un gran negocio para las distintas multinacionales que lo controlan. El Ferrosur Roca lo maneja el grupo brasileño Camargo Correa (cementera Loma Negra) que transporta mineral del sur hacia Loma Negra. El Ferroexpreso Pampeano en manos de Techint transporta sus rollos de chapa y cereal, entre las que se encuentra Cargill, Cofco y Nidera. Y el Nuevo Central Argentino (NCA) de Aceitera General Deheza (Urquía) que transporta cereal al puerto de Rosario.
Las multinacionales se quedan con las ganancias que da la carga y el Estado en caso de descarrilamientos le paga el seguro que incluye el material rodante, la infraestructura y la carga que se pierde. En 2023 hubo alrededor de 435 descarrilamientos, más de uno por día. La privatización es saqueo y un negocio redondo para las grandes patronales.